- El Departamento de Salud del Gobierno Vasco se reunirá hoy con las tres Diputaciones para determinar si en Euskadi los trabajadores de residencias sin vacunar deberán pasar a la semana dos PCR. Se trata de una de las medidas estudiadas ayer en el Consejo Interterritorial ante la imposibilidad de imponer la obligatoriedad en los empleados.

El avance del covid entre las residencias en las últimas semanas, con entre seis y siete brotes activos en Euskadi, llevó ayer al Consejo Interterritorial a estudiar nuevas medidas de contención expuestas en el documento Adaptación de las medidas en residencias de mayores y otros centros de servicios sociales de carácter residencial en un contexto de alta transmisión comunitaria.

Entre las recomendaciones acordadas destaca la de realizar dos pruebas PCR semanales a los empleados que rechacen la vacuna o que no hayan completado la pauta o la posibilidad de pedir un cambio de puesto de trabajo. Una medida que Osakidetza no quiso ayer valorar a este periódico y cuya aplicación decidirá tras reunirse con las tres diputaciones forales.

La portavoz de Gipuzkoa, Eider Mendoza, se manifestó ayer mismo a favor de que "la prevención en las residencias fuera la máxima posible", recordando que la vacunación "no es obligatoria hoy en día y no podemos obligar a las personas".

Aunque el Gobierno Vasco lleva tiempo diciendo que el personal sociosanitario que ha rechazado la vacuna es "mínimo", no ha facilitado en ningún momento datos de cuántos trabajadores de residencias no han sido inmunizados. La portavoz foral guipuzcoana tampoco reveló ayer la situación en el territorio, aunque apuntó que al comienzo de la vacunación el 88% del personal era favorable al antídoto. "La cifra se va actualizando sin parar y con el tiempo cada vez más gente lo hace porque se ve que la vacuna nos protege", apuntó Mendoza. En cuanto a la situación en los centros, los contagios ascienden a 40 tras un nuevo positivo en el centro Santiago de Villabona.

El documento debatido ayer en el Consejo Interterritorial aconseja además no incorporar nuevos profesionales a las residencias hasta haber iniciado su pauta de vacunación "salvo que sea estrictamente necesario".

Las recomendaciones inciden en la importancia de que todas las personas que pasen por una residencia, ya sean trabajadores o visitantes, vacunados o no, mantengan las medidas de higiene y prevención para atajar el repunte de casos que se está produciendo.

Asimismo, para los trabajadores que ya están en activo pero no quieran vacunarse o no tengan la pauta completa, se plantea reforzar las medidas de prevención y control de la transmisión, en particular el uso de equipos de protección individual (EPI) "durante toda la jornada laboral" y realizar controles de temperatura diaria y pruebas de diagnóstico de infección activa de forma regular, al menos dos veces por semana.

El Gobierno Vasco alega que el personal sociosanitario que ha rechazado la vacuna es "mínimo", por lo que estudiará la propuesta