- Decenas de personas volvieron a salir ayer a la calle en diversos puntos de Euskadi, entre ellos Donostia, en el marco de una nueva jornada de huelga en el sector de los cuidados, para volver a denunciar la precariedad en este ámbito y reclamar, en vísperas del 8 de marzo, una condiciones laborales “dignas” en esos trabajos, desempeñados fundamentalmente por mujeres.

Los sindicatos ELA, LAB, CCOO y ESK fueron los convocantes de la jornada de huelga en ámbitos como las residencias de mayores, la ayuda a domicilio o los centros de día en defensa de un sector público y de calidad. El llamamiento sucedió a los paros realizados en el sector los pasados 17 de noviembre -promovido por ELA- y el 26 de enero -convocado por los citados sindicatos junto con UGT-.

Los convocantes volvieron a denunciar que los servicios mínimos establecidos por el Gobierno Vasco impidieron a miles de trabajadoras salir a la huelga. El sindicato ELA incluso lo recurrió en los tribunales al considerar un “atropello” ordenar unos servicios mínimos del 100%.

La convocatoria en Donostia se celebró en los Jardínes de Alderdi Eder, donde varios cientos de trabajadores se juntaron en diferentes columnas pertenecientes a cada uno de los cuatro sindicatos convocantes.

La marcha partió encabezada por la pancarta que ELA usa habitualmente para las movilizaciones de las empleadas de las residencias de ancianos de Gipuzkoa, con el lema Cuidemos a quienes nos cuidan, a la que seguía otra de LAB con la leyenda Cuidar el cuidado, ahora.

Cuidados y servicios sociales dignos se podía leer, por su parte, en la pancarta que llevaba CCOO, mientras que la del sindicato ESK exigía Stop a la subcontratación.

En la manifestación participaron con sus propias enseñas representantes de los comités de empresa de entidades como Aspace o la empresa Irse de intervención social, así como la asociación de familiares de usuarios de las residencias Gipuzkoako Senideak y de la Asamblea de Pensionistas de Alderdi Eder, entre otras.

Esta misma marcha también se repitió en las otras dos capitales de la CAV. En Bilbao, la representante de ELA Irune Cerezo denunció que los servicios mínimos establecidos “usurpan el derecho a la huelga”, y en Gasteiz, trabajadores de cada sindicato confluyeron por columnas en la plaza de la Virgen Blanca.