La Guardia Civil rescató ayer en el puerto de Melilla a 41 personas ocultas en bateas, camiones, contenedores y vehículos articulados, previos a su embarque en los buques con el fin de introducirse de forma irregular en España, entre ellos una persona enterrada en un saco que contenía cenizas volantes tóxicas y otras cuatro dentro de una batea con vidrios fracturados para reciclaje.