- Con la entrada de Donostia en zona roja, más del 50% de la población de Gipuzkoa se encuentra con los establecimientos hosteleros de su municipio cerrados. Una situación que, en palabras del presidente de la Asociación de Hosteleros, Kino Martínez, “estaba prevista y no se ha hecho nada”.

“Si se tiene que cerrar, cerramos. Pero lo que no tiene sentido es hacer un plan para salvar la Navidad a sabiendas de las consecuencias de ello y que lo íbamos a pagar los hosteleros”, explicó, indignado, a este periódico.

Según Martínez, el cierre de los bares y restaurantes “tiene cada vez menos evidencias científicas de que funcione” y puso como ejemplo el caso de Alemania, donde los establecimientos llevan tres meses clausurados y la tasa de contagio no baja, o la comparación entre Madrid y Catalunya, con cifras similares a pesar de que en uno sí estaban abiertos y en el otro no.

No obstante, para el presidente de la Asociación de Hosteleros lo más indignante es que este tercer cierre “no viene acompañado de ayudas al sector”. “No se ha fijado en los presupuestos y el Gobierno Vasco únicamente da 3.000 euros por hostelero. Es muy injusto”, añadió, presagiando que “este cierre será el último para muchos”.

Sobre la decisión de muchos hosteleros de preferir cerrar a adaptarse al servicio de recogida, Martínez apuntó que “se nos pide reinventarnos, pero no es la solución. No todo el mundo lo sabe hacer y nuestra restauración es más tradicional, de contacto, que es lo que nos hace buenos”.

Asimismo, criticó el confinamiento perimetral que, sobre todo, afecta a los pueblos pequeños del territorio que “no pueden vivir de los clientes” de sus municipios. “Los bares y restaurantes no tienen tanto problema, pero a cierto nivel de la restauración le afecta muchísimo”, apuntó.

A pesar de todo, Martínez espera que este sea el último cierre -y que no se prolongue más allá de las dos o tres semanas-. “Confío en la vacuna y que esta situación de abrir, cerrar y abrir termine de una vez”, observó.