A pesar de la inmediatez de la entrada en vigor del toque de queda entre las 23.00 y las 6.00 horas, los ciudadanos vascos, ya mentalizados por el debate previo, recortaron ayer sus horarios y actividades para respetar mayoritariamente y sin incidentes destacables las nuevas disposiciones generales. La noche del domingo estrenamos una limitación de la movilidad nocturna que pretende evitar las reuniones sociales tras el cierre de los establecimientos de hostelería. En la imagen, el Boulevard de Donostia, anoche desierto.