- Navarra restringe desde esta pasada medianoche la libre entrada y salida de su territorio con el objeto de frenar la expansión del COVID-19, una medida que se acompaña del cierre total de la hostelería y restauración, bingos, salones de juegos y recreativos y el adelanto a las 21.00 horas del cierre de comercios y espacios de servicios y de ocio.

La orden foral que recoge estas medidas -que se alargarán al menos durante dos semanas- fue publicada ayer por la tarde en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de Navarra. Las excepciones a esta limitación de la movilidad son la asistencia a centros sanitarios y docentes, el retorno al lugar de residencia habitual, la asistencia y cuidado a personas mayores, menores o dependientes, y los motivos de fuerza mayor o situación de necesidad. Además, se permite la circulación de vehículos que atraviesen el territorio de Navarra, siempre que tengan origen y destino fuera de la Comunidad Foral. Si bien, deja la puerta abierta de la muga con Iparralde. Más de 300 policías vigilarán los puntos limítrofes y la movilidad para que se cumpla el cierre perimetral.

Los aforos y horarios quedan también muy limitados. Se establecen las 21.00 horas como horario máximo de apertura de mercados, academias, autoescuelas y centros de enseñanza no reglada, bibliotecas, actividades e instalaciones deportivas; parques y zonas deportivas al aire libre, museos y salas de exposiciones, cines, teatros y auditorios.

Las reuniones en el ámbito público y privado se limitan a un número máximo de seis personas, excepto en el caso de personas convivientes. En el ámbito privado, se recomienda que las personas que puedan juntarse se limiten a la unidad convivencial, incluyendo las personas cuidadoras.

En cuanto a la hostelería, con la limitación de las 21.00 horas, se permitirá dispensar pan y/o café para llevar, así como servir y recoger comidas para llevar al domicilio, ya que los locales permanecerán cerrados y no se podrá consumir dentro ni en las terrazas.

El directo general de Salud del Gobierno de Navarra, Carlos Artundo, reconoció que las medidas restrictivas que entraron en vigor esta pasada medianoche son "muy duras" y afectan "especialmente a algunos colectivos" pero "son imprescindibles para conseguir el objetivo de rebajar inmediatamente el número de positivos de COVID".

Artundo compareció tras una reunión para valorar la situación de la red asistencial pública y privada. Al respecto, resaltó: "No tenemos derecho a poner en una tensión extrema los recursos que tenemos", que ha cifrado en 344 camas convencionales y domiciliarias dedicadas a pacientes COVID y 86 puestos UCI para todas las necesidades, no únicamente COVID-19. Con cifras correspondientes al martes a las 21.00 horas, en estos momentos están ocupadas 230 camas convencionales, 46 en hospitalización domiciliaria, y 38 en puestos UCI.

Navarra registró el martes, según el último boletín de datos, ocho muertes en las últimas horas por coronavirus y 367 positivos sobre un total de 3.725 pruebas PCR realizadas, lo que arroja una positividad del 9,85%.

La comunidad foral toma la medida del confinamiento perimetral para no poner "en una tensión extrema" los recursos sanitarios