- No han dejado de reunirse a diario desde que el coronavirus puso contra las cuerdas a la población guipuzcoana. Lo mismo daba un domingo que un lunes, un día ordinario que Semana Santa. Ni saben las horas que han invertido en la sala de reuniones de la cuarta planta de Txara II, que puede apreciarse en la fotografía superior. Desde aquí, en jornadas maratonianas e inicialmente desconcertantes, siempre acompañadas de café, se gestó el plan de choque de la Diputación contra el COVID-19, el mismo que ha permitido liberar esta semana del virus a la red de centros residenciales.

Tres meses en los que la premura en la toma de decisiones ha sido inevitable, dejando atrás imágenes insólitas, como chóferes del Ejecutivo foral y mikeletes haciendo repartos en cada residencia. Todo el personal se ha implicado. La mayor carga emocional se la han llevado los técnicos, equipos médicos, psicólogos y trabajadores sociales, que llamaban a diario a los centros residenciales. Han colaborado en lo que hiciera falta. "La disponibilidad de todo el departamento para el desempeño de tareas que no son las habituales ha sido constante", subraya Maite Peña, diputada de Políticas Sociales, al frente de un gabinete de gestión de la crisis que sigue manteniendo reuniones diarias.

Sus integrantes le acompañan en la visita de este periódico al centro de operaciones. Todos tienen puesto el contador a cero. En este arranque de julio que invita al sosiego, este equipo mantiene la tensión y se sitúa mentalmente en febrero, en la antesala de lo que fue la mayor crisis sanitaria que se ha vivido en tiempos recientes. "Estamos preparándonos para cuando venga de nuevo, ahora mismo no podemos visualizar otro escenario", indica Arantza Ayarza, jefa de Sección del Área socio-sanitaria de Salud Mental. Es la responsable del contacto con los centros y de la coordinación con Osakidetza. También de la puesta en marcha del centro referencial de COVID-19. "Las tareas han sido incesantes. Casos activos, necesidades de atención y derivación, refuerzos de los centros....". Ayarza rehuye el protagonismo cuando la diputada subraya que la planificación y la coordinación socio-saniaria ha sido determinante para atender a cada usuario según sus necesidades, y "en ello Arantza ha tenido un papel clave".

La respuesta inicial fue muy compleja debido a la escasez de material de seguridad en todo el mundo. Osakidetza también tuvo dificultades de abastecimiento. "Entre todos conseguimos que por lo menos en Gipuzkoa se pudiera trabajar con el material necesario". Ángel Rico, secretario de Dirección de Atención a la Dependencia y la Discapacidad muestra el programa informático que ideó tirando de ingenio para llevar a cabo el control de todo el material dispensado a cada uno de los centros. "De la noche a la mañana nos vimos superados ante la necesidad de comprar muchísimo material y repartirlo. Todos necesitábamos lo mismo, y al mismo tiempo". Rico mira a la pantalla que recoge las cifras de un modelo de trabajo hoy totalmente sistematizado que nada tiene que ver con aquellos titubeantes comienzos.

Así se han llegado a distribuir ya más de un millón y medio de elementos de seguridad, 800.000 mascarillas quirúrgicas, buzos, botas, batas... Gipuzkoa reaccionó trabajando en red. Al comienzo, cuando todo era escasez, mientras la Diputación aguardaba a que llegara el pedido de mascarillas quirúrgicas, contó con la colaboración de la Fundación Zorroaga, que aportó el material del que disponía. Matia Fundazia y el equipo técnico del Hospital Aita Menni también colaboró con sesiones de formación, junto a Osakidetza. Se atendió a 143 centros. No solo residencias. También los recursos de atención a la Infancia, Discapacidad y Salud mental.

El baile de cifras y datos en el Estado en relación al número de fallecimientos y contagios ha generado enorme confusión. De ahí que el rigor sea determinante. Ha sido el empeño de Ander Zapiain, jefe de Servicio de Atención a la Dependencia y la Discapacidad. "He tratado de aislarme de todo lo que se decía en el exterior y me he centrado en lo que nos comunicaban las residencias. En eso hemos sido muy constantes. Día tras día, número de positivos, análisis de diferentes situaciones, quiénes estaban bajo sospecha o cuarentena, los casos limpios, los traslados inicialmente al recurso de Cruz Roja y después a Eibar...". Todos los días se ha llevado a cabo una exhaustiva recogida de datos, lo que ha permitido obtener "una fotografía real de la situación".

Belen Larrion es directora de Protección a la Infancia e Inclusión Social. Antes de que se decretara el estado de alarma ya se vio la necesidad de crear una gabinete de crisis muy transversal. "Hacer frente a la pandemia ha exigido realizar tareas que trascienden los cometidos habituales. Sí, me he tenido que ocupar de la Infancia y la Exclusión, que son mis ámbitos, pero también de otras cuestiones, como las relaciones con la ciudadanía". Una población que ha perdido a sus seres queridos en unos momentos en los no eran posible una despedida como hubieran deseado. Se les ha prestado atención psicológica cuando así lo han requerido. "El personal técnico se ha estado dirigiendo a quienes han perdido a familiares con COVID o sin él y, en general, destacan que se han sentido bien atendidos en las residencias".

Soco Equiza es la secretaria técnica del departamento, al tanto de todas las cuestiones jurídicas y administrativas que no han dejado de variar. "En una plazo muy corto de tiempo fue necesario cambiar el lugar y el modo de trabajar, y hacer el seguimiento de todas aquellas medidas que iba tomando el Ministerio de Sanidad y el Departamento de Salud. Había multitud de disposiciones que en pocos días alteraron nuestra vida. Lo que más nos ha condicionado ha sido la velocidad a la que había que tomar las decisiones de temas que requerían su tiempo". Han formado un grupo sólido y se han sentido arropados entre ellos en los momentos más complicados. "La propia pertenencia al grupo nos ha ayudado y servido de apoyo moral ante la incertidumbre", asegura Equiza. A la espera de lo que pueda venir, tienen "un máster hecho".

La Diputación ha distribuido más de millón y medio de elementos de seguridad, 800.000 mascarillas quirúrgicas, buzos y botas

El equipo del plan de choque conforma un sólido grupo de trabajo: "Nos hemos sentido arropados entre nosotros en los momentos más difíciles"

"La disponibilidad de todo el departamento para tareas excepcionales ha sido una constante"

Diputada de Políticas Sociales

"Estamos preparadas para cuando el virus venga de nuevo; ahora no cabe otro escenario"

Área socio-sanitaria de Salud Mental

"Los PCR han sido fundamentales en la toma de decisiones para que los contagios no fueran a más"

Atención a la Dependencia y la Discapacidad

"Hemos contactado con quienes han perdido a familiares y, en general, se sienten bien atendidos"

Protección a la Infancia e Inclusión Social

"Al recabar los datos me he aislado del ruido exterior centrándome en lo que nos decían las residencias"

Atención a la Dependencia y la Discapacidad

"Nos vimos superados con el material; todos necesitábamos de todo

y al mismo tiempo"

Atención a la Dependencia y la Discapacidad