ráfico se adelantó a lo que estaba por llegar y fue una de las primeras instituciones en cesar su actividad, arrastrando de este modo a bajar las persianas a las autoescuelas y dejando a cientos de estudiantes a punto de examinarse en pausa. "Pero el problema realmente grande lo tenemos las autoescuelas. La mayoría somos comercios pequeños y no sabemos en qué condiciones vamos a poder arrancar", cuenta Iban Peñakoba, de las autoescuelas Peñakoba situadas en Arrasate y Oñati.

Estos dos negocios cerraron sus puertas el 13 de marzo y desconocen cuándo, y sobre todo cómo, podrán reabrirse. "Imagino que cuando el Departamento de Tráfico se ponga en marcha, nosotros también podremos hacerlo. No tendría sentido que se pudiesen hacer exámenes con las autoescuelas cerradas", indica, al tiempo que revela que todos los comercios de este tipo en Gipuzkoa están constantemente en contacto con la Dirección General de Tráfico (DGT) para coordinarse en una posible apertura: "Queramos o no nosotros también somos un negocio que está de cara al público, por lo que necesitaremos unas pautas de seguridad y protección que todavía desconocemos".

Hasta que llegue ese nuevo aviso, las dos autoescuelas Peñakoba seguirán cerradas. El negocio, en el que además de Iban trabaja su mujer y otra persona contratada, se ha visto afectado por el cese forzado de establecimientos a causa del coronavirus, lo que les ha obligado a llevar a ERTE a su única trabajadora.

"La mayoría de las autoescuelas de Gipuzkoa somos comercios pequeños y no sabemos cómo vamos a poder arrancar", explica Peñakoba, quien ve el futuro lleno de incógnitas y cábalas aún por determinar.

Esta autoescuela ofrece dos tipos de fórmulas para sacarse el carné de conducir: una para alumnos libres que realicen todo el estudio por su cuenta de manera virtual; y otra para estudiantes presenciales que acudan a las clases. Sin embargo, la paralización del negocio ha hecho que únicamente quede la posibilidad online para avanzar en el temario.

Eso sí, cada uno a su ritmo y cómo desee, puesto que la autoescuela, a diferencia de otras que sí lo hacen, no atiende dudas ni realiza clases por streaming, "Solamente les damos la clave de las herramientas que hay en Internet para que puedan ir haciendo hasta que se pueda volver a la normalidad", explica.

Recuperar lo practicado

"Hay gente que se ha quedado a la espera"

Esta situación ha hecho que varios alumnos se ha hayan quedado a las puertas de realizar el examen teórico, o peor, el práctico. "La misma semana que se decretó el cierre teníamos a siete u ocho alumnos a punto de examinarse, que ahora se han quedado a la espera", cuenta Peñakota, que no cree que estos meses sean una pérdida total de tiempo. "Que estén sin poder practicar o examinarse es un mal menor. Siempre digo que puedes estar un año sin leer y por ello no se te olvida. O lo mismo pasa con montar en bicicleta", añade.

Además, el dueño de las autoescuelas pone dos ejemplos para tranquilizar a aquellos estudiantes en una situación similar. "Hay gente que se prepara cada año para examinarse en julio y a la hora de la verdad se dan cuenta de que no van a llegar y lo tienen que dejar para septiembre, estando un mes sin tocar el coche. O antes, cuando había una falta de examinadores, si se suspendía el examen tenías que pasar mes y medio hasta poder hacerlo de nuevo", observa.

Afortunadamente, tal y como él lo cuenta, este problema "ya se había solucionado" gracias a la implantación del sistema CAPA, con el que hay controles teóricos prácticamente semanales y prácticos cada quince días.

No obstante, este parón puede hacer que la situación vuelva a descarrilarse, con todos los alumnos que siguen esperando poder examinarse y aquellos que han ido adelantando el estudio durante la cuarentena y que querrán hacerlo. "Pero al final, una vez que podamos ponernos en funcionamiento, creo que todo irá rápido y no será como antes", prevé por último Peñakoba.

Sin clases. Iban Peñakoba dispone de dos autoescuelas, una en Arrasate y la otra en Oñati, y ambas están cerradas desde el pasado 13 de marzo. Sus alumnos, que pueden realizar el aprendizaje de forma libre o de manera presencial yendo a clase, únicamente disponen en estos momentos del temario online para ir avanzando por su cuenta ya que el negocio "no resuelve dudas" ni da clases virtuales.

"La semana que se decretó el cierre teníamos a siete u ocho alumnos a punto de examinarse"

"Somos un negocio que está de cara al público, por lo que necesitamos pautas de protección"

"Siempre digo que puedes estar un año sin leer y por ello no se te olvida, igual con conducir"