- “Nuestro camino hacia la nueva normalidad ha comenzado buscando mascarillas por nuestra cuenta. Todavía no ha llegado el material que tienen que proporcionar desde el Colegio. También nos las hemos ingeniado a la hora de conseguir el gel hidroalcohólico.

La nueva fase que comienza nos ha obligado a alterar un poco la dinámica de funcionamiento. En vez de atender cada hora, pasamos a hacerlo cada hora y cuarto para evitar que los clientes se crucen. También hemos quitado los revisteros de la sala de espera. Cada paciente impregna su manos en alcohol y, como tenemos salas separadas, en principio no hay ningún problema, más allá del trastorno que suponen los cambios de funcionamiento en esta transición.

Solemos trabajar tres personas, bien por la mañana o por la tarde. Por el momento hemos empezado mi compañera y yo. Ella ha venido a las 8.00 horas y yo un cuarto de hora más tarde para reducir los contactos el máximo posible.

Por el momento, esta semana nos hemos propuesto trabajar pocos días y menos horas porque hace falta que entre todos nos vayamos adaptando a la nueva normalidad. Nos lo tomamos como un periodo de prueba. Hay que desinfectar y ver cómo vamos evolucionando de manera que la semana que viene comencemos a trabajar todos los días, aunque no con el horario normal. No nos han dado muchas pautas y la verdad es que nos hemos visto obligadas a hacer nuestra desescalada particular.

Hay que ser positivos, y en principio atendiendo a una persona cada hora y dejando un cuarto de hora de margen creo que podremos salir adelante sin mayores problemas. La cosa cambia en los centros de rehabilitación de mayores dimensiones, donde se atiende a más personas. Ahí es muy complicado mantener las distancias. Creo que lo van a tener más difícil. En nuestro caso es rompernos un poco más la cabeza a la hora de hacer la agenda, pero nos arreglamos. Eso sí, lavándonos las manos cada dos por tres, y con la mascarilla puesta a todas horas.

Hemos empezado a atender a clientes que no habían salido de casa. De hecho, mi amona es la segunda persona que se ha sometido hoy a la sesión. Solo había salido el sábado durante este tiempo. Como ella, hay personas que vienen con una falta de tono muscular y de fuerza tremenda. Nuestro trabajo en esos casos consiste en recuperar la movilidad y la fuerza. Se nota mucho las personas mayores que durante todo este tiempo apenas se han movido”.