- Con la pandemia del coronavirus en una fase más o menos controlada en Euskadi gracias a las "buenas cifras" en los indicadores que marcan el desarrollo de la enfermedad, Nekane Murga dio ayer, en una entrevista en Radio Euskadi, varias claves del futuro a corto plazo del ocio en la CAV, una vez que los niños menores de 14 años pueden ya salir de sus casas una hora al día y que desde el sábado ya se pueda hacer deporte de forma individual.

Antes de que Pedro Sánchez explicara por la tarde las fases de la desescalada en todo el Estado, Nekane Murga ya aclaró por la mañana que "las aglomeraciones se deberán evitar". Esto implica que "las fiestas de verano no se van a poder realizar tal y como las conocemos": "Vamos a tener que reinventarnos. Las grandes multitudes viendo actos es algo que en el control de una epidemia tiene muchísimo riesgo. Hay otras formas de realizar actividades sociales y de festejo y es algo que tendremos que valorar entre todos", indicó.

Parece que habrá la posibilidad de ir "a la playa" este verano, "aunque de forma controlada: "Un espacio al aire libre, que permite distancia entre las personas y en el que hay pocos utensilios y zonas que se compartan, es de menor riesgo, pero se deberán evitar las aglomeraciones. De forma ordenada y con responsabilidad se podrán hacer muchas cosas en los próximos meses, pero con unas medidas de seguridad para que el país avance. El virus no distingue entre playas, campings y urnas", dijo en referencia a la posibilidad de elecciones en Euskadi en julio.

En cuanto a los bares y la hostelería en general, indicó que son "un sector imprescindible desde todos los puntos de vista. Cuando tengamos una situación epidémica progresiva, serán sectores que de forma ordenada podrán empezar a tener su actividad. Habrá que ir viendo cómo responde el virus y eso nos va a ir permitiendo hacer las cosas poco a poco. Es complicado valorar fechas, pero es probable que en mayo o junio se puedan abrir siempre que la epidemia está controlada y siempre bajo medidas de seguridad".

La evolución de la pandemia a lo largo del mes de marzo ha sido buena y, a un mes vista, la consejera de Salud espera que los datos epidémicos estén "más bajos" y que la población pueda realizar "más actividades, teniendo en cuenta que hay que tener una responsabilidad individual y de grupo en las medidas".

Preguntada por si el coronavirus está controlado en Euskadi, Nekane Murga respondió que las cifras son "buenas", pero que "el camino es largo" porque no va a haber vacuna "en los próximos meses". Reconoció, eso sí, que baremos como el número reproductivo básico, que es la velocidad con la que se propaga el virus entre las personas, arroja datos positivos: "Estar por debajo de uno en el número reproductivo básico significa que la pandemia está controlada y en Euskadi esta cifra es menor de uno desde principios de abril".

Destacó también Nekane Murga que la baja cifra de contagios -el lunes se detectaron 51 casos nuevos en pruebas PCR en Euskadi- es un buen indicativo, ya que el número de personas que está cogiendo la enfermedad "se va reduciendo de forma marcada", al igual que la "tendencia descendente" en el número de fallecidos en los últimos días". Lo que no resulta fácil detectar es dónde se producen los nuevos contagios, teniendo en cuenta que la población está ya en su séptima semana de confinamiento: "Los nuevos casos se producen de forma dispersa y en Euskadi la velocidad de transmisión es baja. Por los datos que tenemos son de transmisión intrafamiliar. Hay que seguir los nuevos casos y tomar medidas con alertas tempranas para evitar nuevos brotes".

Sobre la falta de pruebas a personas con síntomas leves de COVID-19 que han hecho la cuarentena en su casa, la consejera de Salud dio los motivos por los que no se les ha hecho la prueba: "En ese momento el problema no era la capacidad de hacer test, lo que limitó fue el material que tiene que ponerse una persona que va de casa en casa para hacerlo. Desde hace ya dos semanas hemos multiplicado el número de test, pero ha sido por estos aspectos organizativos. De todas maneras, si alguien estaba teniendo un curso clínico que no se entendía bien, se ha ido a hacerle una muestra".

La situación de mayor tranquilidad en los hospitales, con menos de la mitad de pacientes con coronavirus que en los peores momentos de la crisis, está permitiendo a Osakidetza "reorganizar" sus recursos y hacer "cirugías programadas". Eso sí, especificó que "en ningún momento se han parado consultas no COVID que se creían necesarias": "Hasta el pasado viernes se habían atendido más de 26.000 consultas telefónicas no relacionadas con el coronavirus, y ha habido 4.700 consultas presenciales y 415 visitas domiciliarias. En algunos casos hemos cambiado la forma de atención, ya que en muchas enfermedades crónicas se puede hacer un seguimiento telefónico".