Que la crisis del COVID-19 ha impactado sin clemencia en la línea de flotación de todos los países en los que ha irrumpido es una realidad incontestable. Que genera miedo y angustia, también. Si se vive lejos, con el virus en casa, el temor se duplica al mirar a la tierra que te vio nacer: Euskadi. A ellos les hemos cursado cuatro preguntas: 1.- ¿Cuál es la situación respecto al coronavirus que se vive en su país de residencia?; 2.- ¿Está la gente concienciada? ¿Cuál está siendo la respuesta?; 3.- ¿Cómo ve desde allí la situación que vivimos en Euskadi?; y 4.- ¿Qué mensaje les transmiten sus seres queridos y amigos desde Euskadi?

Jone G.Lurgain (Londres, Inglaterra)

Coordinadora de Proyectos para la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia

1- Cada día la situación está cambiando. Hoy, 25 de marzo, hemos sabido que el centro ExCel de exhibiciones de Londres lo están convirtiendo en un hospital temporal con 4.000 camas extras y dos morgues, ya que se esperan 100.000 casos en Londres en las dos o tres próximas semanas en la peor de las situaciones. ¡Esperemos que no sea esa cifra! En dos o tres días vamos a tener acceso a la prueba o test para saber si tenemos coronavirus o no. Aún no sabemos cuánto nos costará, ya que el Gobierno británico está comprando un montón de estos test. Las medidas en este momento yo diría que son de semi-lockdown (semi encierro): los parques para niños están cerrados, solo se puede salir para ir a comprar comida o medicinas, para trabajar en el caso de que no se pueda hacerlo desde casa y una hora al día para hacer ejercicio y tiene que ser solo y guardando una distancia de dos metros con cualquier persona que te encuentres en el recorrido. No pueden salir juntas dos personas o más, excepto en el que caso de que vivan juntas. Si, por ejemplo, la policía ve grupos de más de dos personas en el parque haciendo barbacoa, son dispersados y pueden ser multados. Los helicópteros de la Armada sobrevuelan Londres continuamente y el sonido de las ambulancias es constante. En mi caso personal, todos los viajes de trabajo han sido suspendidos. Pero el viernes yo tenía aún vuelos para viajar a Bilbao. He preferido quedarme en Londres, ya que creo que la situación es peor en España y las medidas son demasiado restrictivas.

2- Creo que ahora la gente se está tomando en serio el coronavirus. Hasta esta semana que Boris Johnson anunció las nuevas medidas, mucha gente no estaba tomando ninguna precaución. El viernes veías a gente en los restaurantes comiendo, a pesar de que no se aconsejaba salir. En el Reino Unido muchos han criticado a Boris Johnson por tomar medidas blandas y reaccionar muy tarde con las más estrictas. Ahora, la población parece que está reaccionando de forma más responsable, quedándose en casa y saliendo al parque guardando las distancias sociales. Pero la semana pasada, el viernes, la gente hacía cola fuera del supermercado y nadie guardaba ni un metro de distancia. Hasta el 20 de marzo hemos hecho vida normal en Londres. Seguíamos yendo a comprar, a cenar y a comer a los restaurantes, aunque quizá gradualmente se ha ido viendo menos gente en el centro de Londres, pese a que el metro también estuvo funcionando hasta el jueves, 19. Algunas empresas grandes ya comenzaron a invitar a los empleados a trabajar desde casa la semana pasada. En mi caso, mi oficina ha estado abierta hasta el día 20 y nosotros teníamos libertad de decidir trabajar desde casa o no. En la oficina compraron gel para las manos para cada uno de los empleados, y también termómetros para todos. En mi oficina ha habido bastante calma y en estos momentos están bastante centrados en que estemos bien trabajando desde casa. Tenemos protocolos de comunicación: todos los días tenemos que comunicarnos con al menos un compañero por teléfono, Skype, WhatsApp o email. También están organizando comidas virtuales con los compañeros a través de Zoom, y otras reuniones sociales virtuales fuera de horas de trabajo que no son obligatorias y a las que se une el que quiere. Tratan de que el distanciamiento social no tenga mucho impacto en la salud mental de las personas. Parece que en el Reino Unido se toman un poco en serio esto.

3- Yo tengo comunicación con mi familia y amigos todos los días por WhatsApp y a veces por Skype. Mi impresión es que la situación en España es mucho peor, tanto por los casos de coronavirus como por las medidas restrictivas que se están imponiendo y los efectos que esto tendrá en las personas. En Londres la gente se refería y comentaba que las medidas de España no son democráticas, que se está imponiendo un encierro con multas, etc. También oyes comentarios de que hay más casos en España e Italia porque nuestra cultura es de tocarnos mucho, de contacto físico. En fin, aquí se están tomando medidas similares pero quizá con mayor flexibilidad y tratando de respetar los derechos individuales y libertad de las personas, solicitando responsabilidad. Pero creo que en la televisión, radio y prensa se está transmitiendo un mensaje de miedo. Y está teniendo su efecto. Hay gente que está muy asustada. Yo llegué de España hace una semana y media y hay personas que han reaccionado con miedo y mostrando preocupación por un posible contagio porque volvía de allí. La gente tiene la impresión de que la situación es mucho peor en España. Yo trato de estar tranquila, pero me preocupan un poco mis padres. Mi aita tiene una enfermedad crónica cardiovascular y 70 años, así que está en grupo de riesgo. Me preocupa que haya falta de servicios de salud para atender a las personas cuando lo necesitan.

4- Mi madre casi todos los días envía al grupo de WhatsApp que tenemos la familia un mensaje de ánimo. Mis aitas me transmiten calma, me dicen que están bien, que a veces se hacen los días un poco largos, pero que están bien. Me alegro de que mi hermana esté ahora con los aitas pasando este mal trago, ya que les mantiene en casa haciendo ejercicio, entretenidos y bromeando con ellos. El mensaje es positivo y de ánimo. En el grupo de WhatsApp de los amigos intercambiamos vídeos cómicos y bromas para mantener también el ánimo alto. Yo les envío fotos de lo que pasa aquí.

Mikel San Sebastián

(Ciudad de México)

Comercial de productos lácteos

1. Vivo aquí desde hace muchos años. Estamos empezando lo que se diría una fase 2. Los que tienen gente fuera o pueden informarse, que son personas de clase media o media-alta (entre el 10% y el 15% de la población) sí han hecho acopio de alimentos y se han confinado más en sus casas. Pero el 80% de personas, para nada. Se han mantenido más las distancias y los lugares más transitados, como el metro de la Ciudad de México, que lleva cada día a casi 5 millones de personas, han bajado en volumen de viajeros. Ahora viajarán millón y medio o dos millones de personas al día.

2- Las cadenas y clubes privados han tenido que cerrar, pero fondas y restaurantes pequeños, es decir, los negocios familiares, están abiertos. La gente sabe que el coronavirus existe, porque hay mucha publicidad, pero de momento la reacción es muy baja. Por ahora, aquí el número de fallecimientos ha sido pequeño, unas seis personas y la mayoría había viajado fuera, mientras que los contagios son unos 500. Eso hay que encuadrarlo en un país con 120 millones de habitantes. Creo que aquí la mayoría de la gente hasta que no enferme un familiar cercano va a tener una respuesta muy baja. Además, hasta mediados de abril parece que la afección no será alta.

3- Desde Euskadi nos hablan del confinamiento, de que es una medida fuerte, del aburrimiento y del miedo. Es fuerte y te da pena porque desde fuera no puedes ver realmente lo que pasa allí. Pero es verdad que la percepción depende mucho de si tienes familiares allí, si tus aitas o tus aitonas aún viven, si tienes gente mayor allí, que no es mi caso.

4- Al no tener familia lo ves más desde la distancia. La comunicación es por mis amigos. Ellos están mucho más pendientes de sus aitas, de la gente mayor que está más expuesta. Me transmiten la dificultad de estar en casa con los niños, lo complicado que es. Desde aquí lo que yo veo es que la forma de enfrentarse a este virus pasa por detectar a los enfermos haciendo muchísimos test. Creo que es más difícil controlar al total de la población y más eficaz localizar a la gente enferma.

Isabel Zarco

(Nueva Zelanda)

Profesora de Francés y Castellano

1- Aquí, en Nueva Zelanda, hemos tenido suerte porque las infecciones han empezado un poco más tarde que en otros países, o sea, que no nos ha pillado tan por sorpresa. Además, el Gobierno ha reaccionado bastante rápido (las infecciones confirmadas son menos de 200, de momento, aunque sabemos que aumentarán), primero cerrando fronteras y desde media noche del martes con confinamiento obligatorio para cuatro semanas.

2- Yo creo que la mayoría de la gente está concienciada, aunque todavía un poco en shock. En general, los comentarios ante la decisión del Gobierno son positivos y de alivio. También me parece que la población está más bien tranquila, porque el número de contagios por ahora es bastante bajo y la gente no se siente amenazada. En realidad, creo que muchos están más angustiados por las consecuencias económicas y la posible pérdida de empleos.

3- La verdad es que desde aquí es muy duro escuchar las noticias oficiales y los números de muertos y contagiados de allí. Por suerte, tenemos las redes para estar en contacto directo con familia y amigos y el saber cómo están de primera mano tranquiliza mucho. En realidad somos afortunados en ese sentido.

4- Pues eso, que estemos tranquilos, que ellos están bien y que a pesar de lo duro del confinamiento, de los contagios y de las muertes, que de esta también saldremos.

Larraitz Ariznabarreta

(Reno, EEUU)

Profesora del Centro de Estudios Vascos Universidad de Nevada

1 y 2- EEUU es un país enorme, diverso y, me atrevo a decir, políticamente dividido en este momento. El peligro se percibe de forma distinta según los Estados, e, incluso, según la ideología. California (39,5 millones de habitantes); Nueva York y Washington están en alerta roja con ciudadanos aplicando la distancia social, ese nuevo término que está al orden del día. Pero otros estados como Ohio han tardado en hacer suya una realidad que va imponiéndose. Hasta la ideología importa en la gravedad con la se percibe la pandemia. Los demócratas acatan las órdenes de confinamiento y muestran señales de estar más dispuestos a cambiar de hábitos. Por el contrario, muchos republicanos (gobernadores incluidos) han sido más lentos en tomar medidas. Algunos gobernadores republicanos incluso han animado a la población a salir a bares y restaurantes. También se perciben diferencias entre las zonas urbanas y rurales. Esta desconexión está dificultando una política unificada con respecto a la crisis de salud pública, que es muy real. Tampoco el virus aquí es una metáfora.

3-Con mucha preocupación, claro. Con una gran preocupación personal por nuestra familia y amigos y también social, por los problemas que esta crisis está dejando a la vista en Euskal Herria y en Europa.

4- Nuestros seres queridos muestran una fortaleza tremenda y están, a su vez, preocupados por nosotros.

l coronavirus no hace excepciones y de forma paulatina va infectando país tras país. Son muchas las personas que por motivos laborales u otras razones viven muy lejos de Gipuzkoa y con ellas y ellos hablamos para que cuenten a

Viviendo lejos y con familia y amigos en Gipuzkoa se multiplica por dos la preocupación por los efectos de la pandemia.

Las entrevistas se hicieron hace unos días y la realidad de los países en los que residen estos guipuzcoanos ha cambiado, y mucho, a peor, sobre todo en los casos de EEUU e Inglaterra, donde el número de casos y víctimas sigue subiendo a gran velocidad.