- Baño de realidad. La curva de contagios en Gipuzkoa, el territorio vasco menos afectado por el COVID-19, comienza a dispararse, con datos inquietantes justo el día después del espejismo del martes, en el que solo se reportó un caso positivo en el territorio y 38 en la CAV. Ayer fueron 41 en Gipuzkoa y 208 en Euskadi. En el conjunto del Estado, la cifra total es ya de 13.716 positivos de coronavirus, 2.538 nuevos, un 18% más en las últimas 24 horas (598 fallecidos); y Madrid sigue siendo la comunidad más afectada, con 5.637 personas contagiadas y 390 muertos. Cifras escalofriantes. El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, aseguró ayer que esta epidemia "nos está poniendo en un nivel de tensión que hasta ahora no habíamos conocido".

En Euskadi la situación también sigue agravándose. Y Gipuzkoa no es ningún oasis, aunque Araba siga concentrando más de la mitad de todos los casos de Euskadi y el 67,5% de los fallecidos. El territorio amaneció ayer con 41 contagios en solo 24 horas, prácticamente un tercio del total de infectados hasta la fecha (131), con 39 personas hospitalizadas y cinco fallecidos. No es ningún consuelo, pese a que los fallecidos se elevaron ayer de seis a ocho en Bizkaia y suman 27 en Araba.

Uno de los casos más dolorosos se ha producido en la residencia de mayores San Martín de Gasteiz, donde hasta ayer habían dado positivo 45 usuarios y habían fallecido ocho personas.

La expansión del virus es evidente y hoy se superarán con claridad el millar de casos en el conjunto de la CAV, después de cerrar el balance del martes por la noche en 973. El pico está todavía "por llegar", reconocía el director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitarias del Gobierno Vasco, Miguel Sánchez Fernández, que tomó el relevo de la consejera Nekane Murga en la comparecencia de ayer por la mañana. Y según explicó, la expansión del COVID-19 da muestras de "la gravedad y excepcionalidad" de esta crisis sanitaria.

Los positivos dados a conocer en las últimas 24 horas suponen un nuevo récord diario de contagios y casi doblan los sendos picos alcanzados los días 14 y 15; luego llegó la excepción del día 16: un espejismo que ayer trató de explicar el director del Gobierno Planificación, Ordenación y Evaluación sanitarias: se habían hecho menos controles y además solo se habían computado doce horas; las que van desde las 8.00 hasta las 20.00 horas, sin computar la cruda noche, otra de esas en la que los hospitales vascos amanecen con varios fallecidos.

El mensaje fue claro ayer. Miguel Sánchez pidió a los ciudadanos que "no bajen la guardia" y que cumplan "estrictamente" con las recomendaciones sanitarias y las restricciones impuestas con motivo del estado de alarma. Lo peor no ha llegado aún.

El horizonte del confinamiento de la población sigue ampliándose más allá de los quince días decretados el pasado sábado y las medidas de control y las restricciones experimentaron ayer una nueva vuelta de tuerca. De entrada, el Departamento vasco de Educación levantó el telón de los quince días y anunció, como ya esperaba, que la suspensión de las clases presenciales en todos los centros educativos no universitarios de la CAV se prolongará hasta nuevo aviso, sine die. Nada de fechas límite, como el día 27 marcado hasta ayer. La UPV/EHU sí mantiene el 30 de marzo, por el momento.

El director de Planificación Sanitaria reconoció que la sociedad vasca está cumpliendo de forma ejemplar con las medidas de confinamiento en sus hogares, pero la Ertzaintza advirtió que desplegará un mayor número de controles por carreteras en estos días para evitar que la gente caiga en la tentación de desplazarse a segundas residencias en este extraño puente de San José o vaya a pasar unos días a cualquier otro lugar.

De las 973 personas infectadas hasta la fecha en Euskadi, 353 permanecen hospitalizadas. Además, la cifra de personas fallecidas por COVID-19 asciende a 40, cuatro más que el pasado martes. En Gipuzkoa, según ha podido saber este periódico, ya se han derivado algunos de los 39 hospitalizados por coronavirus de Gipuzkoa a hospitales comarcales, en los que se están restringiendo cada vez más el resto de atenciones.

El Departamento de Salud, de hecho, insistió en que sus centros hospitalarios trabajan en red y que están pudiendo hacer frente a la situación, aunque la ministra de Defensa, Margarita Robles, señaló que el Ejército está estudiando montar un hospital de campaña cerca de la base militar de Araka, a las afueras de Gasteiz, para ayudar a la sanidad pública vasca.

El director del Gobierno Vasco anunció también que ya hay catorce personas que han superado el coronavirus en Euskadi y que están "curadas" de esta enfermedad, y precisó que, en el caso de que algún hospital ya no tenga capacidad para ingresar a nuevos pacientes, podrá recurrir a cualquier otro centro de la red vasca.

También señaló que Osakidetza sigue estudiando fórmulas para incorporar a médicos jubilados para hacer frente a esta epidemia, una cuestión sobre la cual espera cerrar los "últimos flecos" en unos días.

Call center de refuerzo. El Gobierno Vasco anunció ayer que ha reforzado con un call center el teléfono 900 203 050 del Consejo Sanitario de Osakidetza, que en las últimas dos semanas ya había incorporado 18 nuevos enfermeros y enfermeras. En los últimos 20 días ese teléfono había registrado 47.500 llamadas, más de 2.800 al día. Un 18% de ellas, es decir, unas 427 al día, relativas al coronavirus y 256 de ellas solo para solicitar información. Dicho calle center filtrará parte de esas llamadas para que no colapsen el número del Consejo Sanitario.

El virus está causando estragos en los centros de mayores: una residencia de Gasteiz ha registrado ya 45 contagios y ocho fallecidos