DONOSTIA - Una veintena de trabajadoras de residencias y centros de día de Gipuzkoa, que han cumplido 233 en huelga en demanda de unas condiciones laborales dignas, se han encerrado de forma indefinida, en "una acción colectiva y pacífica", este miércoles en la Casa de las mujeres de Donostia.
Las trabajadoras, representadas por el sindicato ELA, han acudido sobre las 12.30 horas a la Casa de las Mujeres de la capital guipuzcoana, espacio que consideran "como un refugio".
Las huelguistas, en principio una veintena, pero con previsión de que puedan sumarse más al encierro, han tomado esta decisión para "denunciar la contrariedad de las instituciones" que, según critican, "por un lado, dicen luchar contra la desigualdad y, por el otro, fomentan la brecha salarial".
En esa línea, han denunciado el "doble rasero" de las instituciones públicas que "hacen propaganda feminista mientras permiten que las mujeres sufran una alarmante brecha salarial en las residencias que financian en un 90%".
Las trabajadoras han insistido en que censurar "la propaganda y el lavado de imagen feminista" que pretenden hacer la Diputación Foral de Gipuzkoa y las patronales del sector "mientras promueven sistemáticamente el empeoramiento de las condiciones laborales de las trabajadoras y la calidad asistencial".
8 DE MARZO
En vísperas del 8 de Marzo, las huelguistas "se han visto en la obligación de dar un paso más para desbloquear un conflicto que tanto Diputación como patronales insisten en prolongar, alargando así el sufrimiento de las trabajadoras y de las personas usuarias".
De este modo, han incidido en que "ésta es una huelga feminista, una lucha para poner, de una vez por todas, los cuidados en el centro". Por ello, han subrayado que esta acción "no pretende obstaculizar el trabajo de las feministas que trabajan en ese espacio, todo lo contrario, busca denunciar el doble rasero de las instituciones públicas ocupando un espacio simbólico de carácter público".
Las trabajadoras se han mostrado "especialmente dolidas" por las recientes declaraciones de la portavoz foral, Eider Mendoza, que han tachado de "oportunistas". "Mientras la Diputación se dedica a la propaganda feminista, financia al 90% residencias en las que las trabajadoras sufren una brecha salarial del 30% por el hecho de ser mujeres", han destacado.
Finalmente, han instado a la institución foral a "tomar medidas efectivas en las residencias, donde tienen una oportunidad real de llevar a cabo políticas de igualdad".