donostia - La caza en Ulia se ha convertido en un culebrón que ha conocido casi todas las versiones posibles en los últimos seis años, y que finalmente ha tomado un camino de no retorno. Esta vez sí, parece que no habrá disparos en este espacio natural de Gipuzkoa, el tercer lugar más concurrido del territorio, con más de 110.000 visitantes, solo por detrás del flysch de Zumaia y las campas de Urbia en Aizkorri.

El Parlamento Vasco aprobó ayer por unanimidad una modificación de la Ley de Caza cuya consecuencia más inmediata es la prohibición de toda actividad cinegética en el atractivo sendero. La decisión, esta vez sí, parece definitiva. La medida aprobada en el Parlamento, que deja la decisión final en manos de la Diputación, llega curiosamente tres meses después de publicarse en el BOG la orden foral que daba luz verde a todo lo contrario.

El Ejecutivo nunca ha visto con buenos ojos perturbar con el uso de escopetas la paz que se respira en esta zona tan transitada como emblemática. De hecho, ha hecho todo lo posible para impedirlo. Tras un largo recorrido judicial y no pocos desencuentros con el colectivo de cazadores, no tuvo más remedio que acatar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que le obligaba a autorizar la actividad cinegética. Un paso adelante que por otra parte sirvió como contrapartida para desconvocar la huelga de cazadores que mantuvo durante meses en jaque al territorio por la sobrepoblación de corzos y jabalíes.

En una nueva vuelta de tuerca, fue ayer el Parlamento Vasco el que dio luz verde a la modificación legal, impulsada y aprobada por las cinco fuerzas políticas representadas en la cámara. "Acataremos la ley si finalmente no se puede cazar en Ulia", indica a este periódico José Ángel Zaldua, presidente de la Federación Guipuzcoana de Caza.

Hasta ahora el colectivo había ganado todos los pleitos, pero el escenario ha cambiado. "Los puestos de caza eran un derecho histórico, y por eso los tribunales nos han dado la razón hasta ahora. Pero con esta modificación ha cambiado la ley, y la decisión queda en manos de la Diputación. Evidentemente, acataremos la decisión que tome", reconoce Zaldua.

El Ejecutivo por el momento no se ha pronunciado. Sí lo ha hecho el colectivo Eguzki, que mediante un comunicado se "congratula" por la modificación legal "que debería permitir que el sentido común se imponga definitivamente en Ulia".

La Diputación prohibió la caza en este lugar en 2014, pero esta temporada la había vuelto a autorizar, como consecuencia de una sentencia judicial basada en el apartado 2 del artículo 27 de la Ley de Caza, "defectuosamente redactado", según sostiene Eguzki.

Entiende que los trámites no han sido los correctos. "No es posible que la caza, en determinadas circunstancias, sea un derecho por encima de cualquier otra consideración, al que ni siquiera la Diputación, con competencias plenas en materia cinegética, pueda poner límites. Precisamente, lo que hace la modificación aprobada en el Parlamento es corregir ese defecto y facultar a la Diputación para decidir al respecto", dice Eguzki.

Después de años de incertidumbre todo parece indicar que los senderistas pueden respirar un poco más tranquilos. No lo harán tanto los cazadores, que esta vez se han topado con un cambio normativo. Aunque ahora parece más limitada, su capacidad de respuesta ha quedado demostrada en más de una ocasión, especialmente el pasado mes de mayo, con la participación de 15.000 personas que exhibieron lemas reivindicativos consensuados entre las 109 sociedades y 69 cuadrillas de caza mayor de Gipuzkoa.

En medio del conflicto de intereses, el colectivo ecologista insiste en que la modificación legal debería permitir "que se imponga el sentido común", porque autorizar la caza en Ulia significa "sacrificar en beneficio de un colectivo particular los derechos del conjunto de los usuarios a disfrutar de un parque tranquilo y seguro".

Se trata de una idea recogida expresamente en el documento remitido por los grupos parlamentarios para aprobar la propuesta que finalmente ha salido adelante: "Con la caza existe una colisión con otros usos recreativos dada la gran afluencia de visitantes al citado monte, al estar el mismo muy cercano a zonas con alta densidad de población y por contar con la existencia de senderos homologados de gran importancia en Gipuzkoa como son el GR-121 Talaia, el Camino de Santiago y el SL Gi 33 Vuelta a Ulia".

Además, añade el texto consensuado, el ejercicio de la caza en este contexto "supone una afección considerable para el resto de la ciudadanía usuaria de ese espacio, tanto por el ruido generado por los disparos como por motivos de seguridad física de las personas".

Por todo ello, la decisión que adoptada por el Parlamento "es una gran noticia" para Eguzki y para la treintena de entidades firmantes del manifiesto Por un parque seguro y para tod@s y para la inmensa mayoría de la ciudadanía que utiliza este espacio. Ahora solo hace falta que la Diputación se pronuncie al respecto.