Toda vez que este domingo se superó la décimo segunda campaña electoral tras la llegada de la democracia, la Comunidad Autónoma Vasca se abre ahora a encarar la décimo tercera de las legislaturas con varias cuestiones clave sobre la mesa. Recuperar la joya de la corona de Euskadi, una Osakidetza que viene superando los embates de la pandemia del coronavirus; cerrar las transferencias pendientes y abrir el melón de una nueva relación con el Estado, después de cuatro décadas de Estatuto de Gernika que sigue incumplido en su totalidad; desplegar la nueva Ley de Educación o seguir incidiendo en el más fácil acceso a la vivienda, la mejora del empleo y los sueldos o la ampliación del escudo social vasco son algunos de los retos a los que se enfrentan los 75 parlamentarios que ya componen el nuevo Parlamento de Gasteiz.

Osakidetza

El impacto de la pandemia del coronavirus golpeó de tal manera a lo que era considerada “la joya de la corona”, a Osakidetza, que hubo que poner diversas soluciones para tratar de enderezar su rumbo. De hecho, el departamento de Salud ha venido reforzando la inversión en un área considerada de “vital transcendencia”. Tanto que este ejercicio, su presupuesto es el más elevado de su historia, alcanzando los 4.896 millones. O lo que es lo mismo, el gasto por habitante ha llegado a los 2.229 euros. Ello, no obstante, no parece haber ejercido de freno para que disminuya la preocupación ciudadana -un 35% de personas asegura que es necesario mejorar la situación de Osakidetza-. Por ello, las formaciones han realizado numerosos llamamientos para mejorar la sanidad. Captar un mayor número de profesionales -médicos y personal de diferentes áreas- parece ser la salida para volver a prestigiar Osakidetza, pero también elevar el nivel inversor. En ello, al menos, coinciden la mayoría de formaciones políticas, cuyo objetivo parece coincidir. Pues bien, ha llegado el momento de dejar las palabras de un lado y hacer realidad las promesas.

Nuevo estatus

Tanto PNV como EH Bildu han llamado a construir un nuevo estatus. Y, de hecho, la coalición soberanista aspira a reactivar en el primer trimestre de esta legislatura la ponencia de autogobierno en el Parlamento vasco para conseguir un nuevo texto para Euskadi que, posteriormente, se defienda en Madrid. Por su parte, los jeltzales confían en “lograr el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika actual”, pero no se conformarán con ello, porque “Euskadi necesita crecer política e institucionalmente”. Así, apuntan a “actualizar y ampliar el autogobierno presente y para ello proponemos avanzar en el reconocimiento nacional de Euskadi, la salvaguarda de las competencias vascas y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad”, según manifestó Pradales.

En todo caso, será una cuestión a abordar entre complejas negociaciones, tomando en consideración que ni el PSE ni el PP ven con buenos ojos sumarse a “aventuras identitarias” al imagen y semejanza de Catalunya. Es más, los socialistas ya han advertido que trabajarán para que “Euskadi gane en más libertades y políticas sociales” frente a los “proyectos identitarios” que tan solo “dividen”.

Ley de Educación

La Ley de Educación de Euskadi, que fue aprobada en diciembre de 2023 con los votos de PNV y PSE -si bien vino precedida por un pacto suscrito por jeltzales, EH Bildu, socialistas y Elkarrekin Podemos-IU -que sumaron más del 90% de los parlamentarios-, comenzará su despliegue. Con 101 artículos, siete disposiciones adicionales, una disposición derogatoria y dos disposiciones finales, se resume en diversas cuestiones: regula tanto la red pública como la concertada, mantiene el sistema de modelos -A, B y D-, prima el plurilingüismo pero con el euskera como eje, prohíbe la segregación por sexos -al menos, en los centros sostenidos con fondos públicos- y prevé ampliar la gratuidad en las Haurreskolas.

Empleo y vivienda

Que pese a la compleja situación Euskadi haya podido alcanzar niveles satisfactorios en cuanto a empleo -la CAV cerró el 2023 con una tasa de paro del 6,3%, la mas baja de todas las autonomías en el Estado y muy por debajo de la nacional, del 11,76%-, si bien deben de abordarse políticas para incentivar la contratación de personas mayores de 50 años o mejorar los salarios. En cuanto a la vivienda -considerada por el 25% de la ciudadanía como uno de los mayores problemas-, frenar la subida de precios, incentivar el alquiler y facilitar la emancipación van a ser cuestiones que van a estar muy presentes en los próximos cuatro años en el Parlamento Vasco.