Jon Luqui ha sido el alcalde de Urretxu en las dos últimas legislaturas. En estas elecciones su partido ha logrado seis representantes, EH Bildu cinco y PSE-EE dos, por lo que podrían desbancarle.

¿Qué valoración hace de los resultados del domingo?

Siempre tratamos de ser objetivos y fríos y calculábamos que lograríamos seis concejales. Se palpaba en el ambiente que la abstención sería alta.

¿Qué les hizo pensar que habría una alta abstención?

Tras la pandemia han aflorado muchas quejas relacionadas con la salud, los peajes, el Ticket Bai... Eso no beneficia al que está gobernando. Además, en esta zona EH Bildu lleva dos o tres años con una estrategia bien definida y bien desarrollada: se ha puesto detrás de varias plataformas ciudadanas. Cuantitativamente, todo esto no ha supuesto gran cosa: EH Bildu ha ganado unos 60 votos. Nosotros hemos perdido unos 335. Ha muerto gente mayor que nos votaba a nosotros y la mencionada corriente negativa también ha tenido su influencia. Por otro lado, hemos logrado unos 120 votos más para el Ayuntamiento que para las Juntas Generales. No tenemos la sensación de que hemos pagado el pato por algo que hayamos hecho mal. Por cierto, ¿qué va a pasar ahora con las plataformas? Algunos temas tiene que gestionarlos la Diputación.

Y ahora, ¿qué?

Hemos gobernado con mayoría absoluta durante la última legislatura, pero no somos difíciles para el trato. Hemos ganado en las tres últimas elecciones municipales y eso tiene su mérito. Por otro lado, es curioso que EH Bildu ha hecho suyos nuestros proyectos. Además, el proyecto de la ikastola está hecho, el reglamento de uso del centro sociocultural de Pagoeta se definió hace dos años y no han hecho una sola aportación, no han dicho nada sobre el proyecto de Ekiola... Han propuesto hacer viviendas para vecinos de distintas generaciones en Elgea, pero no han dicho con qué dinero. No sé qué actitud tomará EH Bildu: si hará una oposición frontal o no. No creo que las relaciones vayan a ser malas, pero no tienen experiencia en la gestión.

¿Qué forma cree que tomará el gobierno?

Ayer hablé con Jon Altolagirre (candidato de EH Bildu) y quedamos en sentarnos dentro de unos días. También hablaré con Álex González, el candidato de PSE-EE. El panorama está muy abierto y estamos dispuestos a llegar a acuerdos. Pediré los mismos mínimos éticos que pido a mis compañeros. Una de mis preocupaciones es hasta qué punto se tomarán las decisiones en Urretxu. El contexto puede cambiar mucho dependiendo de lo que suceda en la Diputación y en el resto de los pueblos de la comarca. Nosotros mantendremos la actitud que hemos mantenido siempre. Algunos nos echan en cara que somos verticales, pero no es así. Tenemos la oportunidad de llegar a acuerdos. Tenemos entre manos muchos proyectos que cuentan con el apoyo de todos los partidos: industria, vivienda, polideportivo Aldiri Bi, el patio cubierto de Gainzuri... En esta campaña electoral hemos gastado 249 euros. Nos limitamos a poner los carteles que nos trae el partido. No hemos empapelado el pueblo, no hemos hecho cuadernillos, no hemos ido de casa en casa... Es nuestra manera de ser. Cuando salgamos de aquí podremos andar tranquilamente por la calle. Hemos hecho muchas cosas y no hemos organizado una inauguración en cuatro años. Hay dinero y eso me da mucha tranquilidad.

¿Cómo ve los resultados que se han dado en el resto de la comarca?

En este momento soy el presidente de la mancomunidad, de la agencia de desarrollo Uggasa y del patronato de la escuela de Formación Profesional UGLE. Las elecciones tendrán un impacto. Harán falta pactos. Yo estoy tranquilo. He conseguido sacar adelante dos presupuestos y nadie se ha mostrado en contra. UGLE y Uggasa tienen proyectos importantes entre manos y la máquina no puede parar.