Cada día que pasa parece más complicado que el PNV se eche atrás en su ultimátum a Pedro Sánchez. Traslada la sensación de que no va de farol y llevará su palabra hasta el final. Tras avisar al presidente español de que le retirarán el apoyo si incumple su acuerdo para la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, los jeltzales han concretado este lunes que no solo puede haber un voto en contra de la reforma laboral porque no blinda los convenios vascos, sino que el PNV tampoco tendrá una actitud colaborativa ante decretos y leyes que penden de un hilo y donde el Gobierno español necesita votos.

El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Aitor Esteban, avisó de que no colaborarán en “ningún tema” si no se materializa la transferencia “rápido”, en las próximas semanas. No llegó a poner un plazo en Euskadi Irratia, aunque sí deseó a preguntas del medio de comunicación que pudiera llegar en febrero. El traspaso tendría que haberse cerrado en octubre de 2020.

LOS GOBIERNOS CRUZAN DOCUMENTOS

El Gobierno español trató de nuevo de mostrar talante y quitarse la presión asegurando que el IMV está “muy avanzado” y que espera alcanzar “un acuerdo en las próximas semanas”, según dijo la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en Radio Nacional de España. Confirmó que existe un cruce de documentos y voluntad. No obstante, las fuentes consultadas por este periódico tanto en este ministerio como en la consejería de Autogobierno de Olatz Garamendi dejaron ver que en realidad no se espera un acuerdo inminente.

Desde el entorno de Isabel Rodríguez , de hecho, rechazaron poner un plazo a la transferencia y aclararon que la alusión de la ministra a las próximas semanas sería solo una manera de expresarse. Pidieron quedarse con la idea de que hay voluntad política y que son los detalles técnicos los que retrasan el acuerdo.

El ministerio sí aclara que, tal y como adelantó la consejera Olatz Garamendi en la entrevista concedida a este periódico, la conversación que tuvieron ambas fue decisiva para zanjar que el traspaso no será temporal, sino indefinido. Las fuentes del entorno de Rodríguez confirman que ese asunto está acordado. La consejería de Garamendi añade que no hay mayores novedades. Tras esa conversación, el Gobierno vasco realizó cuatro o cinco sugerencias y correciones al Ministerio y aún no ha quedado oficialmente cerrada la negociación.

LAS LEYES EN EL ALAMBRE

En este contexto, el PNV redobla la presión y avisa de que la ruptura del acuerdo sobre el IMV supondrá una retirada del apoyo en decretos y leyes que el Gobierno español tenga en cartera y no convenzan del todo a los jeltzales. No sería una buena noticia para Sánchez, en la medida en que algunos de ellos están en el aire y no suele ir sobrado de apoyos, pese a la imagen de euforia que proyectó tras sacar adelante sus Presupuestos con 188 votos. El PNV, por ejemplo, ya ha puesto su lupa sobre varias de las leyes del plan normativo de Sánchez para este año, que reúne más de 300 iniciativas. Esteban mostró su “preocupación” por varias de ellas.

En concreto, el PNV recela de las leyes para la cohesión del sistema sanitario y los servicios sociales, donde Sánchez aspira a uniformizar una cartera mínima de servicios en todo el Estado. Pero las posiciones están ya abiertamente enfrentadas en la Ley Audiovisual, donde el Gobierno español no ha aceptado ninguna alegación del Ejecutivo vasco para preservar las competencias vascas y el modelo de gobernanza de EITB. También hay fricciones en vivienda. “Haremos esfuerzos para reconducirlas”, dijo Esteban, aunque pidió esfuerzos por todas las partes y se temió que Podemos y PSOE quieran sacar adelante su programa “sin contar con el resto”.

No habrá una ofensiva sistemática del PNV que se lleve por delante las leyes sin mirar su contenido, porque sería absurdo tumbar iniciativas que recojan sus aspiraciones. También está por ver qué puede ocurrir en decretos sensibles sobre el coronavirus, como el uso de la mascarilla en el exterior. El lehendakari Urkullu exigió recuperar su uso obligatorio en entornos urbanos con independencia de la distancia entre personas, pero fue crítico con que Sánchez no tomara ninguna decisión más. El PNV, según las fuentes consultadas, no ha fijado posición aún.

¿LA VÍA DE CIUDADANOS?

¿LA VÍA DE CIUDADANOS?Sánchez parece lanzar guiños hacia Ciudadanos, porque este partido está buscando el protagonismo perdido en puertas de las elecciones en Castilla y León y se ofrece para votar la reforma laboral sin ningún cambio. Pero el apoyo de Ciudadanos no parece una muleta estable para toda la legislatura. Su respaldo no basta, sino que Sánchez debería sumar a otros grupos, y en ese terreno surgen incompatibilidades no solo con ERC, sino con sus propios socios de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros. A todo ello se le suma la delicada situación interna de C’s.

El acuerdo del IMV se remonta a las prórrogas del estado de alarma, en 2020. Se volvió a pactar en el marco de los Presupuestos estatales para este año, y en la tramitación de la legislación sobre esta ayuda social, pero el ministro Escrivá ha sido un freno (primero planteó que la Seguridad Social pagara la ayuda, y después que el traspaso tuviera una fecha de caducidad de diez años prorrogables).