Pere Aragonès estrenó su primer día como president con un acto cargado de simbolismo. Tras acudir a un recinto hospitalario especializado en niños y jóvenes, el Jefe de Govern visitó a los presos soberanistas. Primero fue a ver a Carme Forcadell a la cárcel de Wad Ras; después pisó Lledoners -en la imagen-, donde permanecen Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Jordi Cuixart; y luego se trasladó a Puig de les Basses, donde sigue Dolors Bassa. Todo ello coincide con la polémica respecto a los posibles indultos.