El Ayuntamiento de Donostia ha aprobado este martes, con el apoyo de todos los partidos con representación municipal y el voto en contra de EH Bildu, una declaración institucional de condena de las pintadas a favor de ETA y contra la policía aparecidas este lunes en la fachada de la tenencia de alcaldía del barrio de Altza.

Según ha informado este martes el consistorio donostiarra, las formaciones que conforman el gobierno local -PNV y PSE- han propuesto este martes a la Junta de Portavoces un texto de rechazo al ataque, que ha recibido el respaldo del PP y Elkarrekin Donostia, mientras que EH Bidu se ha opuesto.

Tal como denunció ayer el alcalde, Eneko Goia, en su cuenta de Twitter, donde publicó varias fotos, las pintadas contenían mensajes como Gora ETA, ACAB, puto cipayo de mierda y, en euskera, el pueblo de Altza no es San Sebastián.

La declaración acordada hoy alude al "ataque" que desconocidos llevaron a cabo en la sede municipal de Altza, con inscripciones "amenazantes" que "retrotraen a tiempos pasados" que parecían "superados". Tras tildar lo ocurrido de "inaceptable" y "digno de la más severa" condena, la corporación donostiarra insiste en expresar su "más absoluto rechazo a estos injustificables ataques" e indica que las pintadas "no son, de ninguna manera, ni el medio adecuado para la expresión política ni un mensaje que ayude a profundizar en la convivencia.

"Mostramos nuestro apoyo -señala el texto- a los trabajadores de todos los servicios públicos que acuden a diario a la sede de Altza para ofrecer distintos servicios a los ciudadanos del Distrito Este de la ciudad, así como a todas aquellas personas que hayan podido sentirse directamente afectadas por las pintadas".

El Ayuntamiento de la capital guipuzcoana reafirma además su "compromiso" con "el diálogo, el respeto al diferente, la convivencia, la paz y la libertad como valores supremos".

Previamente a la reunión de la Junta de Portavoces, el alcalde ha manifestado, a preguntas de los periodistas durante su rueda de prensa semanal, que condenaba las pintadas "sin ningún tipo de reservas", tanto por "el contenido de las mismas" como por "el ataque que supone a un bien público".