La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha asumido equivocaciones en su gestión: "Y tanto que hemos cometido errores", ha dicho, pero ha lamentado que haya habido dirigentes de su formación que abandonen el partido, en alusión a las últimas fugas al PP.

Así lo ha reconocido Arrimadas en una declaración telemática sin preguntas en la que ha estado acompañada por los miembros de la nueva ejecutiva permanente de Cs, que se amplía de siete a quince integrantes.

Ejecutiva en la que pierden peso Carlos Cuadrado, que pasa otra vez a ocuparse de las finanzas del partido, y José María Espejo, que se queda como secretario general del grupo parlamentario.

En una declaración sin preguntas rodeada de sus compañeros de la dirección, Arrimadas ha reconocido que no han sabido explicar suficientemente bien la "insostenible" situación que se vivía en la Región de Murcia y que les llevó a presentar una moción de censura contra el Gobierno de Fernando López Miras.

Se han asumido responsabilidades y el resultado es que dos personas de su "absoluta confianza", Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra, han dado "un paso al lado".

"Somos muy buenos socios, pero muy malos cómplices", ha dicho, incidiendo en que Ciudadanos es "un partido incómodo" porque denuncia "la corrupción", venga de donde venga, y poniendo de manifiesto que se ha activado una "operación" para "acabar" con el que, a su juicio, es "el mejor proyecto para España" y que va a seguir liderando.

En su opinión, Ciudadanos es el único partido "limpio" de centro y sigue siendo necesario para evitar que los extremismos condicionen los gobiernos y para seguir tendiendo oyentes a uno y otro lado del tablero político.