DONOSTIA - La asociación de familiares de presos de ETA Etxerat ha criticado este lunes que "15 días después" de que la Audiencia Nacional dictara el auto por el que decretó la excarcelación de Antton Troitiño por la enfermedad grave que padece este recluso continúa en el penal de Estremera (Madrid).

Durante este tiempo Troitiño ha sido trasladado "en cuatro ocasiones" al hospital para recibir sesiones de quimioterapia, ha señalado Etxerat en un comunicado en el que explica que los familiares del preso de ETA han acudido "en dos ocasiones" a la cárcel madrileña "con la intención de volver con él a casa".

Sin embargo, hasta el pasado viernes, 22 de enero, "no fue firme" el auto dictado dictado el 11 de ese mes, un hecho que Etxerat atribuye al "laberinto burocrático de la Audiencia Nacional".

Según la asociación, Troitiño "no pudo abandonar" el pasado viernes la cárcel ya que un informe de Instituciones Penitenciarias "propuso aplicarle la libertad condicional en lugar del tercer grado", pero la Fiscalía y el juez "no decidieron" sobre ese respecto por lo que el recluso continua prisión y desconoce "cuándo saldrá".

Etxerat ha considerado que "es ya otro tiempo" y el "final de la política penitenciaria de excepción" debe "evolucionar hacia posiciones respetuosas" con los derechos de los presos "más allá de la desactivación total del alejamiento y de otras medidas".

Reclama una "asistencia sanitaria digna" para sus familiares presos y advierte de que la situación "se ha agravado" con la pandemia de COVID-19 e "incluso sindicatos de prisiones han denunciado la desasistencia y, en algunos casos, la falta de médicos en las cárceles".

Etxerat señala que Troitiño sintió los primeros síntomas de su dolencia en abril de 2020 pero en esas fechas había "muy pocos médicos para atender a los presos de Estremera" y el recluso "no recibió asistencia debidamente dirigida hasta el pasado setiembre".

Troitiño cumple desde mayo de 2017 cinco años y 11 meses de prisión por pertenencia a organización terrorista, una condena que le impuso la Audiencia Nacional por reintegrarse en ETA para poder huir a Londres tras ser excarcelado por error en 2011.

Su situación médica, el tiempo que ha cumplido de condena, su edad, 63 años, y el hecho de que ETA "se encuentra derrotada y ha declarado su final definitivo avalan la valoración de no reincidencia", señaló el juez en su auto, "sin perjuicio de que en el expediente de libertad condicional" se fijen "las reglas de conducta y medidas que permitan la confirmación y control de este pronóstico".