- Felipe VI volvió a pinchar en Euskadi y en Catalunya. Aunque en el conjunto del Estado español el discurso del rey fue seguido por un total de 10.760.000 espectadores, un 71% de cuota de pantalla, en la CAV el mensaje navideño del monarca obtuvo 12,4 puntos menos de share, quedándose en el 58,6%, algo semejante a lo que ocurrió el pasado marzo cuando apareció en escena nada más decretarse el estado de alarma y cuando empezaron a aflorar los comportamientos presuntamente corruptos de su padre. En aquella ocasión apenas el 53% de los vascos conectó la televisión para escuchar a Felipe VI, cuando en el global de España lo hicieron el 70% de espectadores (15,6 millones).

En tierras catalanas el seguimiento a las palabras del rey la pasada Nochebuena cayó incluso por debajo del 50% (46,5%), según los datos de Kantar Media recogidos por la consultora Barlovento, una prueba más de que los alegatos del monarca no conectan con la ciudadanía de las nacionalidades históricas aunque en esta ocasión existían dos elementos que podían sugerir cierta atracción. Primero, si era capaz de referirse directamente a los problemas que arrastra Juan Carlos de Borbón y la institución monárquica en general, algo que hizo de solayo, con meras frases para la interpretación y durante apenas unos segundos en los 14 minutos de su intervención. Segundo, que las limitaciones para la movilidad y el ocio a esas horas debido a las restricciones podrían haber acrecentado el número de televidentes en estos dos territorios, algo que no sucedió y que sí pudo ser un factor clave en los datos obtenidos a nivel de todo el Estado.

El contenido de su mensaje hizo el resto. Una vez más el rey no ahondó en las demandas soberanistas de una mayoría de vascos y catalanes, aferrándose a la Constitución y a una defensa de la unidad nacional, lo que dificultad su penetración en ambas comunidades. La tradición de felicitar la Navidad en las diferentes lenguas del Estado, lejos de ser un guiño, se queda en mera pose.

Donde la audiencia resultó mayoritaria fue en Castilla y León (86,9%), Aragón (82,9%), Asturias (81,6%), Región de Murcia (80,7%), Galicia (80,3%) y, algo menos, en la Comunidad de Madrid (77%), Castilla-La Mancha (74,8%) y Andalucía (74,1%). Tampoco sedujo lo suficiente en Islas Canarias (68,7%), Baleares (67,9%) y Comunidad Valenciana (67,9%). El mensaje destacó entre los mayores de 64 años (79,4%) y la clase social alta (74,6%).

Por otra parte, el polémico discurso del monarca el 3 de octubre de 2017, tras el referéndum del 1-O en Catalunya, marcó una audiencia más histórica, con 12,4 millones de televidentes y un share del 76,7%. Es decir, superior a la del pasado jueves, donde la cifra pudo engordar ante el hecho de tener a más cantidad de familias en los hogares que en la calle. En Euskadi, ni así.