- Los incidentes que se registraron los pasados sábado y lunes en la Parte Vieja donostiarra, protagonizados por grupos de jóvenes que se enfrentaron a la Ertzaintza, han generado sorpresa e inquietud en la medida en la que han evocado tiempos que se creían superados. La chispa de los disturbios saltó en el contexto de las restricciones por la pandemia, tras intervenir la Ertzaintza para zanjar un botellón en la plaza de la Trinidad. Pero el desarrollo del enfrentamiento tuvo un inconfundible aroma del pasado, con gritos contra la policía vasca y el lanzamiento de cohetes, petardos y objetos contundentes.

El alcalde Eneko Goia ya expresó su condena y calificó de “incompresibles” tanto el botellón del sábado como los altercados del lunes, instando a cumplir con las medidas aprobadas por las autoridades para evitar la propagación de los contagios.

Ayer, Eusko Alkartasuna de Donostia emitió un comunicado en el que denunció que lo ocurrido “no ayuda en absoluto a la construcción de la convivencia democrática en nuestra ciudad. Imágenes que se asocian con un pasado a donde la sociedad donostiarra no quiere volver”.

Además de hacer un llamamiento a la “calma y a la responsabilidad”, y ante la publicación de distintas versiones sobre lo ocurrido, la agrupación local de la formación abertzale señaló que “sería aconsejable que se diera a conocer lo realmente sucedido tras la realización de una investigación que haga disminuir la tensión acumulada estos últimos días”.