- Con el 75,8% de los votos de los afiliados, Laura Borràs se convirtió ayer en la candidata de Junts per Catalunya a presidir la Generalitat en la elecciones del 14 de febrero. La formación posconvergente cuyo líder es Carles Puigdemont, se decantó de esta manera por la aspirante que prometió hacer realidad el mandato del 1-O para instalar a Catalunya en el camino de “la república que necesitamos y que queremos” frente al otro aspirante, el conseller de Territorio y Sostenibilidad Damià Calvet, que exhibió una posición más pragmática y logró un 20,5% de apoyos. Además, hubo 145 votos en blanco.

Borràs, que ha protagonizado un imparable ascenso desde que el expresident Carles Puigdemont la apadrinara en 2017, será por tanto la cara visible de JxCat en la disputa electoral catalana.

Nada más conocerse su elección, la actual diputada y portavoz en el Congreso de JxCat se mostró “muy agradecida” y animó al partido a construir “un proyecto ganador” de cara al 14-F con “la mejor candidatura posible”. Dejó claras, además, las coordenadas en las que se moverá su oferta: “un proyecto progresista que camine a la república que necesitamos, la república que queremos para afrontar los retos de país, de manera prioritaria los retos del COVID-19. Hoy comienza todo”, aseveró.

La ya candidata efectuó además un llamamiento a la acumulación de fuerzas soberanistas. “Desde ahora mismo, hago un llamamemiento a todo el independentismo a sumar para estar todos y garantizar un Govern y un Parlament nítidamente independentista”, proclamó.

Portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Borràs realizará el viaje de vuelta, en este caso para ser candidata de cara al 14-F. Nacida en Barcelona en 1970, y doctorada en Filología Románica, antes de su salto a JxCat había ejercido de directora de la Institución de las Letras Catalanas (ILC), cargo por el que está siendo investigada por presuntas irregularidades. Pero fue Torra quien la designó y la lanzó a la primera plana política al convertirla en consellera de Cultura en marzo de 2018. Apenas estuvo un año y dos meses en el cargo.

Fue el impacto emocional del 1-O, las cargas policiales, el 155 y el encarcelamiento y huida al extranjero de los líderes del procés lo que la convenció para saltar a la arena política. Instalada en la primerísima plana, enfrente tendrá ahora un rival como ERC favorable al diálogo y los pactos con el Gobierno, además de tener que lidiar con una patata caliente como la división interna entre diputados de JxCat y el PDeCAT en el Congreso.