- La CAV y Catalunya han llegado a la conclusión de que no es el momento de plantear un pulso político priorizando el prurito nacionalista frente a la salud. Apuestan por que el presidente español, Pedro Sánchez, apruebe el estado de alarma, aunque con la reserva de que se aplique para establecer desde sus autonomías, con mando autonómico, restricciones obligatorias y no solo meras recomendaciones contra el virus. A pesar de no ser un movimiento fácil para el lehendakari, quien tuvo la idea, y para el Govern dirigido en funciones por Pere Aragonès, que lo secundó, un partido estatal y centralista como el PP no ha podido de escenificar el mismo cierre de filas a favor de la medida de desbloqueo. Madrid y Galicia se resisten a apoyar el estado de alarma, y el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, insiste en la reforma sanitaria de Pablo Casado. En este terreno vuelven a saltar chispas entre el PP y C’s en la Comunidad de Madrid. El vicepresidente Ignacio Aguado, del partido naranja, dijo ayer en La Sexta que la alarma es la herramienta que se necesita para ser “más contundentes” en las medidas y “no estar a expensas” de los tribunales.

La Xunta de Galicia capitaneada por Alberto Núñez Feijóo y la Comunidad de Madrid insistieron en que debe haber una reforma sanitaria de la legislación de 1986 en lugar de un estado de alarma. Es una idea que comparten PNV y ERC, pero la plantearon hace meses, en un momento en que la pandemia daba tregua y había tiempo para preparar la tramitación de este plan B. No se ha hecho, y Urkullu pide actuar ya con el estado de alarma. La Xunta, por el contrario, insistió ayer en la reforma de la ley de salud para blindar las actuaciones de las autonomías y no verse abocados a recurrir al estado de alarma para combatir la “incertidumbre” actual, que sería responsabilidad de “la inacción del Gobierno” de Sánchez.

“La necesidad de la reforma es casi un clamor en el ámbito jurídico y los propios altos tribunales autonómicos citan en sus sentencias que es preciso abordarla”, sostuvieron en un argumentario enviado a los medios. Galicia se aferra a la propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Salud que envió al Gobierno español y que “evitaría la situación de incertidumbre”. “Hemos perdido seis meses en los que podíamos estar listos para actuar ante esta segunda ola”, dicen. “Se debería poder actuar con contundencia y con garantías sin tener que recurrir a un mecanismo extraordinario y excepcional como es el estado de alarma que, además, tiene un coste reputacional enorme para una España ya muy dañada por la pandemia y su gestión”, zanjan.

En la Comunidad de Madrid, el consejero de Interior y Justicia, Enrique López, del PP, quiso matizar que no están “en contra de nada”, pero afeó a Sánchez que no haya puesto en marcha una alternativa al estado de alarma. En cadena Ser, dijo que el estado de alarma es “utilizar un poder excepcional que supera al poder ordinario de una comunidad”, por lo que podría ser que Sánchez sustituyera las medidas autonómicas.

“Se debería poder actuar con contundencia sin estado de alarma con coste reputacional”

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