1.Ante la grave crisis padecida, los primeros objetivos deben ser la reactivación económica, la generación de empleo y la aplicación de políticas sociales. Todo ello cruzado con dos ejes diferenciados, pero complementarios. Por un lado, hay que fortalecer el ámbito de la salud, Osakidetza, y ver qué es lo adecuado a las necesidades que nos ha dejado la pandemia. Por otro lado, la educación como eje vertebrador de la sociedad vasca. Una educación adecuada a los nuevos tiempos. Luego hay otros temas que siguen vigentes como el cambio climático, políticas medioambientales, políticas de igualdad o la economía verde y el I+D.

2.La sociedad no entendería que PNV y PSE transformaran en un rodillo su mayoría en la Cámara. Es una política que corresponde a otro tiempo y en una época de crisis como la actual, para la ciudadanía prima más la colaboración, la generación de consensos y la incorporación de nuevos actores. Además, hay que tener en cuenta la gran abstención habida, con más de 800.000 ciudadanos que no han ido a votar.

3.EH Bildu como líder de la oposición y el partido que más ha crecido en votos, tiene la responsabilidad o el mandato de liderar esa oposición. Asimismo, la oposición, y ahí también es clave EH Bildu, puede jugar un papel proactivo, promover legislaciones y políticas públicas pensando en el largo plazo de la legislatura, de aquí a cuatro años.

4.Da que pensar qué hacer con la extrema derecha. Si ignorarla, el cordón sanitario o incorporarla a los debates públicos. Su participación es legítima por cuanto una parte de la población les ha otorgado su confianza. Lo que no puede ser es hacerse eco de cada ocurrencia que tengan ya que escucharemos cosas que creíamos ya superadas en Euskadi.

5.El nuevo estatus hay que impulsarlo y darle recorrido. Creo que va ser el eje temático que va a visualizar en un sentido u otro la distancia entre el PNV y EH Bildu. Está claro que debe ser la legislatura en la que se concrete ese nuevo estatus.