- Podemos, que comenzó su andadura en 2014 reivindicando el asamblearismo y construyendo su proyecto a base de los llamados círculos de militantes, ha experimentado en los últimos años un viraje hacia una estructura de partido más clásica, debido en gran parte a las dificultades y tensiones internas que han salpicado su trayectoria hasta el pasado año. Ahora, los morados culminan ese viaje y se constituyen como una formación al uso tras cerrar el proceso telemático que han abordado en los últimos días para renovar sus órganos.

Esta Asamblea Ciudadana, conocida como Vistalegre III por el recinto donde la formación celebró sus dos primeros cónclaves, se ha desarrollado finalmente a distancia debido a las circunstancias actuales y ha servido para reafirmar el liderazgo de Pablo Iglesias, que logra también terminar con la limitación de mandatos que hubiera puesto fecha límite a su estancia al frente del partido. En todo ello ha influido la desaparición de las corrientes críticas como la que lideraba Iñigo Errejón o la de los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez. Así las cosas, Podemos anunciará hoy los resultados y las ponencias de este proceso interno, que se prevé que reciba un gran respaldo de la militancia.

De esta forma, el tercer cónclave del partido morado ha quedado reducido a un proceso vía internet en el que no se ha producido ningún debate, pero permitirá a Iglesias renovar la dirección a su gusto, una vez que la formación ha adoptado una estructura clásica de organización y funcionamiento interno. La oposición en el seno del partido al liderazgo del actual secretario general ha quedado reducida así a la mínima expresión. A este respecto, los inscritos para votar en la Asamblea Ciudadana tenían como única alternativa a Iglesias la candidatura del desconocido militante Fernando Barredo, indignado con que la asamblea se vaya a celebrar íntegramente de forma telemática, sin posibilidad de dar a conocer su proyecto.

Iglesias será elegido por tercera ocasión al frente de la secretaría general tras una trayectoria con luces y sombras. Entre los logros, destaca principalmente la entrada de Podemos en el Consejo de Ministros en lo que ha sido el primer Ejecutivo de coalición desde la II República. Respecto a los desaciertos, el partido se ha caracterizado por sus innumerables conflictos internos, que se han traducido en una pérdida progresiva de apoyo electoral a la coalición Unidas Podemos, pasando de los 71 diputados en 2016 a los 35 actuales. Lo mismo ha ocurrido a nivel regional y municipal, con un descalabro serio en los comicios de mayo de 2019.

Ahora, una vez extinguidas las corrientes internas, Pablo Iglesias asumirá el control total de la organización que, tal y como ha reconocido, dio "vergüenza ajena" por las batallas internas, que alcanzaron su punto álgido en el segundo cónclave de la formación, que terminó con la derrota del sector de Iñigo Errejón y su posterior salida del partido para formar Más Madrid.

La asamblea se zanja en un clima un tanto incierto, con un PSOE que ha logrado pactar con Ciudadanos las prórrogas del estado de alarma y ha visto debilitada la relación con sus socios a la izquierda. Desde Podemos ven incompatible con los de Inés Arrimadas el programa de Gobierno suscrito con los socialistas el pasado enero, y las tensiones en el Ejecutivo español han vuelto a reabrirse tras el embrollo del pacto de EH Bildu para derogar la reforma laboral del PP.