l Departamento de Seguridad del Gobierno vasco estudia ya una serie de medidas extraordinarias para posibilitar la celebración de las elecciones autonómicas, independientemente de la fecha que finalmente se elija. Así -sean en julio, septiembre u otoño-, las autoridades ven indispensable adoptar una serie de precauciones sanitarias y de prevención de aglomeraciones, algunas de ellas de carácter preelectoral y otras para el mismo día de la votación.

Entre ellas, la más llamativa es la propuesta de fijar diferentes horarios de votación para los electores en la jornada electoral. A este respecto, el informe que plantea el Departamento de Seguridad recoge “la posibilidad de establecer criterios que pudieran llevar a recomendar al electorado franjas horarias que se pudieran comunicar en la tarjeta censal”. Asimismo, el Gobierno Vasco prevé realizar junto a los ayuntamientos un “análisis detallado” de los colegios electorales para reordenar los espacios y ampliarlos en aquellos que concentran más de diez mesas, “con un promedio de 500 votantes por mesa”.

Otra de las medidas que se baraja es, lógicamente, facilitar e impulsar el voto por correo, lo que requeriría “un número más elevado de juegos de papeletas” en las oficinas, así como que Correos garantice la tramitación de más solicitudes de lo que es habitual en este tipo de elecciones -en las autonómicas de 2016 solamente un 3% de los votantes optaron por esta vía-. Asimismo, se estudiará la implantación de peticiones online o telefónicas desde domicilios para las personas que acrediten que no pueden trasladarse a las sedes de Correos. Para fomentar el sufragio a distancia, el Gobierno Vasco propone también la realización de una campaña institucional extraordinaria.

Por otra parte, en el documento que maneja el Departamento de Seguridad vasco se recoge una batería de propuestas y recomendaciones de carácter sanitario e higiénico con el objetivo de reducir al máximo los riesgos de que se produzcan contagios de COVID-19 durante la jornada electoral. Estas medidas sanitarias se adoptarán en función de los criterios que vayan fijando las autoridades en las próximas semanas y deberán recibir el visto bueno de la Junta Electoral competente.

Entre estas precauciones de carácter extraordinario se encuentra dotar de equipos de protección individual (EPI) y de otras medidas preventivas a todas las personas que formen parte de la mesa electoral, a representantes de la administración y, en su caso, a interventores y apoderados, tanto en el proceso de votación como en el de recuento posterior y redacción de las actas electorales.

También se prevé reforzar las medidas de higiene, limpieza y desinfección de los locales electorales antes, durante y después de la votación. Además, se mantendrán las ya conocidas normas de distanciamiento, que se extenderán también a los centros de recepción, cálculo y difusión de los resultados de los comicios, así como a los actos de comunicación institucional y de atención a los medios de la jornada electoral.

Otro de los aspectos que preocupa al Gobierno vasco es evitar las habituales colas y aglomeraciones de gente en algunos colegios electorales. Para ello, el informe propone establecer procedimientos y medios de control de acceso a los edificios, y fijar paneles informativos en las entradas. El texto recoge la importancia de una “señalética adecuada que facilite el tránsito de personas en el interior de los colegios”.

La comunicación de las medidas también preocupa al Departamento de Seguridad, que aboga por una “reelaboración” de las campañas institucionales dirigidas al electorado, para “divulgar las medidas adoptadas y las pautas derivadas de las medidas de distanciamiento y protección”. Asimismo, se constata que habrá que realizar modificaciones en el habitual plan de seguridad de las elecciones.

Las medidas extraordinarias que el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco prevé adoptar para una jornada electoral todavía sin fecha persiguen tres objetivos claros relacionados con el blindaje del derecho fundamental de los ciudadanos y de las garantías sanitarias. El primero de ellos, “cumplir con las recomendaciones y medidas de protección de la salud que dicten las autoridades sanitarias competentes”. También se busca “facilitar el voto a las personas que pudieran tener algún impedimento específico por el COVID-19”, es decir, permitir el sufragio a los llamados grupos de riesgo. El tercer objetivo es ofrecer a la ciudadanía información veraz “para que sepa a qué atenerse a la hora de ejercer el voto en las circunstancias sanitarias que se den y con las medidas que se requieran”.

Por último, el Departamento de Seguridad explica que este conjunto de medidas las realiza de un “modo orientativo global”, por lo que podrían ir acompañadas de otras iniciativas concretas de otras instituciones competentes como las Juntas Electorales, Asuntos Exteriores o ayuntamientos”.

El Gobierno vasco prevé realizar junto a los ayuntamientos un “análisis detallado” para reordenar los colegios electorales

Otra de las medidas que se baraja para la futura jornada de elecciones es, lógicamente, facilitar e impulsar el ejercicio del voto por correo