Madrid - Pedro Sánchez presentó ayer a su nuevo Gobierno, compuesto por 22 ministerios y cuyos responsables se han venido conociendo en los últimos días. Fue, sin embargo, la puesta de largo del primer Ejecutivo de coalición de la democracia y que, según Sánchez trabajará "con propósito de unidad". "Contará con varias voces pero una misma palabra, y caminará en una sola dirección", defendió. El presidente ofreció ayer una declaración institucional tras comunicar al rey la composición del Gobierno. Un equipo de "de gran profesionalidad y competencia" compuesto por cuatro vicepresidencias y 22 carteras en total, cinco ocupadas por Podemos, que dirigirán a partes iguales hombres y mujeres (once y once). Todos ellos tomarán hoy sus cargos, y mañana tendrán lugar el primer Consejo de Ministros.

Sánchez, que en una conversación informal posterior aseguró que no ha percibido malestar en Unidas Podemos por haber nombrado una cuarta vicepresidenta en el gabinete, aseguró que lo que ha pactado con Pablo Iglesias es el encaje de la formación morada en el Ejecutivo, y no la estructura en su conjunto. Insistió, eso sí, que la coalición será "referencia" para el futuro en España y que coloca a este país "en la misma senda que la política europea", donde las mayorías se basan en "el entendimiento y la convivencia" de familias políticas distintas.

En ese sentido, defendió que el nuevo Gobierno va a destacar "por sus valores progresistas, su capacidad resolutiva y su carácter dialogante". Una voluntad de diálogo que, subrayó Sánchez, va a estar presente en todo momento, y que será imprescindible para garantizar la estabilidad del Ejecutivo. El presidente prometió así diálogo para resolver los retos que el país tiene por delante, tanto en el ámbito social como en el territorial e, incluso, el generacional. Un diálogo que pasa inevitablemente por la crisis catalana, aunque en su declaración institucional no la ha citado de forma expresa.

Pocos días después del debate de investidura más bronco que se recuerda, Pedro Sánchez consideró que los ciudadanos esperan de los políticos "una España de moderación y no una España de crispación". "Nos piden una España cimentada en el acuerdo y no una España abonada al insulto y a la descalificación", insistió el líder socialista, que apeló a la necesidad de buscar consensos a lo largo de la legislatura. Por ello, señalo que los ciudadanos quieren "una España que construye puentes de colaboración y no una España de vetos y rupturas" y "una España de convivencia y no una España de discordia o de sobreexcitación".

Recuerdo a quienes se van Sánchez, que no se olvidó de hacer un reconocimiento a los ministros que salen de su Gobierno, leyó uno por uno los nombres y cargos de los 22 miembros de su gabinete para definirlos después a todos ellos como "hombres y mujeres con una gran profesionalidad y competencia" y con "amplias trayectorias" que "avalan" su capacidad. Ha recordado también que abundan los perfiles de "rotunda competencia económica para afrontar los desafíos" que tiene España y su entorno. Después, no obstante, rechazó en privado ante los periodistas la idea de que los ministros que él ha elegido tengan en general menos peso político que los de Podemos, y puso como ejemplo al secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Pero además aseguró que la nueva ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y el de Seguridad Social, José Luis Escrivá, van a sorprender en ese aspecto.

El nuevo presidente no quiso entrar, por otra parte, en el posible malestar de Podemos a elecciones como la de Escrivá, cuyos planteamiento para la sostenibilidad de las pensiones no van en línea con lo que defienden los de Iglesias. Sánchez pidió a los medios que no presupongan roces en este nuevo Ejecutivo que está a punto de echar a andar. Los roces, bromeó, ya vendrán con la oposición.

Antes, en su declaración, defendió los 22 ministerios con sus respectivas competencias "muy precisas y muy tasadas" y justificó desgajar departamentos poniendo el ejemplo de Trabajo y Seguridad Social: "Uno tiene que abordar un nuevo marco laboral, y el otro la renovación del pacto de Toledo. Tareas cada una "capaces de absorber la totalidad de la atención" de un ministro. Sánchez, que estuvo acompañado por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y por sus dos principales asesores -el jefe de Gabinete, Iván Redondo, y el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños-, no ocultó su satisfacción por haber conseguido formar Gobierno: "Estoy contento". - N.G./Efe