Donostia - El Gobierno español acercará en los próximos días al histórico dirigente de ETA Joseba Arregi Erostarbe desde la prisión de Villena (Alicante) a la de Villabona (Asturias). La decisión ha enfadado a la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) que denuncia que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha cumplido su palabra ya que al comienzo de su mandato limitó los acercamientos a los presos que no tuvieran condenas por delitos de sangre. Este colectivo vincula la decisión del Ministerio del Interior con la investidura de Sánchez y subraya que la decisión ha coincidido con el anuncio de EH Bildu de que facilitará la investidura del candidato socialista con una abstención.

Arregi Erostarbe, también conocido como Fiti, es uno de los tres miembros de la cúpula de ETA que fue detenida en Bidart el 29 de marzo de 1992. Tras aquel duro golpe policial a la organización armada, ingresó en prisión en España en el 2000 y desde entonces cumple una condena de 30 años por los delitos de terrorismo, asesinato, amenazas y lesiones.

En Bidart también fueron detenidos Francisco Mujika Garmendia, alias Pakito, y José Luis Álvarez Santa Cristina, Txelis. La Audiencia Nacional condenó en 2002 a Arregi y a Mujika a 743 años de cárcel cada uno como cooperadores necesarios en el atentado contra un autobús militar en Zaragoza en 1987 en el que hubo dos muertos -los militares Ángel Ramos Saavedra y Manuel Rivera Sánchez- y 28 heridos. También participó en otros atentados, entre ellos el perpetrado en la Expo-92 de Sevilla contra un mando policial al que intentó asesinar.

Fiti, que liquidará su condena en 2026, pidió perdón a las víctimas el año pasado y esa es precisamente la justificación de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para permitir su acercamiento a una prisión "próxima a su vinculación familiar", tras haber cumplido tres cuartas partes de su condena. Su petición de perdón se produjo después de que ETA oficializará su desarme y disolución definitiva y lo formalizó a través de una carta que remitió a la Audiencia Nacional en junio de 2018.

Sus dos compañeros en la cúpula de ETA cuando fue desbaratada en Bidart lo hicieron mucho antes que él. Álvarez Santa Cristina abandonó ETA en los años 90 por sus fuertes discrepancias con la dirección y fue uno de los primeros en adherirse a la vía Nanclares. Por su parte, Mujika Garmendia se desmarcó del colectivo de presos EPPK también por sus diferencias con la estrategia armada.

El cambio de prisión no supondrá para Arregi una modificación de su clasificación penitenciaria ya que mantendrá el primer grado, el más duro, con aplicación del artículo 100.2, lo que flexibiliza en parte su régimen penitenciario.

La AVT criticó ayer este acercamiento y denunció que el ministro Fernando Grande-Marlaska no ha cumplido su compromiso de no acercar a cárceles próximas a Euskadi a condenados por terrorismo con delitos de sangre, como es el caso de Arregi. El "malestar" de este asociación también se debe a que el Gobierno español no les ha informado con antelación suficiente para informar a las víctimas del traslado del preso de ETA.

tercer grado La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias también ha resuelto la progresión de segundo a tercer grado o régimen de semilibertad del preso de ETA Gorka Fraile Iturralde. Fraile ingresó en prisión en abril de 1998 y cumple una condena de 25 años por los delitos de estragos, tenencia de explosivos y depósito de armas.

Cumplió las tres cuartas partes de la condena en diciembre de 2015 y, según Prisiones, la Junta de Tratamiento de la prisión de El Dueso (Cantabria) ha propuesto su progresión a tercer grado y el traslado a la prisión de Iruñea.