Donostia - El término spexit fue trending topic durante todo el día de ayer en la red social Twitter tras conocerse el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en favor de Oriol Junqueras. Se trata de una adaptación del brexit creada por la derecha unionista para reclamar que España abandone la Unión Europea en protesta por los fallos en favor de los soberanistas catalanes.

De esta forma, la rabieta españolista con la decisión de los magistrados europeos llegó hasta el punto de fomentar la salida de la Unión Europea, siguiendo los pasos de los británicos. Así, para no asumir los dictámenes de Estrasburgo relativos al procés, los internautas de la derecha optan por abandonar directamente las instituciones europeas.

La campaña antieuropeísta cobró fuerza con rapidez en las redes sociales entre los simpatizantes del PP y Vox y se situó durante toda la jornada entre los temas más comentados por los internautas. "Los defensores de la UE son los nuevos afrancesados y como tal merecen ser tratados. Con nuestra soberanía no se juega", apuntaba un usuario de la red social, que se llenó de mensajes en términos similares a los que prontó se sumaron dirigentes de Vox. El eurodiputado Hermann Tertsch se refería al "enésimo desprecio a las instituciones y leyes de España y en contra de los intereses del Estado", mientras que el propio líder de la formación ultra, Santiago Abascal, apuntaba que "después de que varios países aliados cuestionen y humillen a nuestra justicia, ahora el Tribunal Europeo de Justicia de la UE da oxígeno y apoyo al proceso golpista catalán".

En el PP, mientras tanto, salieron al paso del spexit y reclamaron a sus simpatizantes no caer en el "antieuropeísmo" tras el fallo de los magistrados europeos. El líder de los populares en Catalunya, Alejandro Fernández, dijo entender el "cabreo" que puede haber provocado la sentencia del TJUE, pero pidió no renunciar a la UE, ya que "aunque algunas cosas no nos gusten, Europa sigue mereciendo la pena". En la misma línea, Fernández recordó que en 2017 "de manera unánime los miembros de la UE y sus instituciones se negaron a reconocer la independencia" de Catalunya. - M. Aizpuru