- El ministro del Interior libanés, Bassam Maulaui, confirmó que el tiroteo de ayer contra manifestantes chiíes en Beirut fue perpetrado por un grupo de “francotiradores”, mientras el número de muertos se eleva a seis y el de heridos a más de una treintena. En un discurso televisado, Maulaui explicó que varias personas recibieron disparos “en la cabeza” durante un ataque de francotiradores apostados en tejados del área capitalina de Tayoune y confirmó el lanzamiento de granadas propulsadas por cohetes en la misma zona.

La Cruz Roja libanesa informó de que al menos seis personas fallecieron en el área y más de 30 resultaron heridas, donde tras el ataque de los francotiradores se han desatado fuertes enfrentamientos armados, sin que estuviera clara la afiliación de las personas involucradas en los mismos.

Las formaciones chiíes Amal y Hizbulá ya habían denunciado un tiroteo contra sus simpatizantes cuando estos se dirigían a tomar parte en una protesta frente al Palacio de Justicia, no muy lejos de Tayoune, para pedir la destitución del juez a cargo de la explosión ocurrida en agosto de 2020 en Beirut. Los partidos chiíes habían convocado la manifestación para pedir el cese del magistrado Tarek Bitar, que investiga la explosión que hace más de un año causó más de 200 muertos y 6.500 heridos en la capital libanesa y en la que varios ex altos cargos de Amal son sospechosos de negligencia.

Casi a la misma hora del tiroteo en Tayoune, un tribunal desestimó una demanda presentada esta semana contra Bitar por dos legisladores y exministros de este partido, que han sido acusados de obstruir la pesquisa para ganar tiempo hasta que recuperen su inmunidad parlamentaria en los próximos días.

El predecesor de Bitar fue destituido a principios de año tras una demanda de ex altos cargos sospechosos en el caso.

Los partidos chiíes Amal y Hizbulá acusaron a “grupos” de la formación cristiana Fuerzas Libanesas del tiroteo sufrido por sus seguidores cuando se dirigían a una protesta en Beirut. “Los participantes fueron objeto de un ataque armado por parte de grupos del partido Fuerzas Libanesas, que se desplegaron por barrios adyacentes y en los tejados de los edificios para llevar a cabo operaciones directas de francotirador”, indicaron ambos partidos chííes en un comunicado emitido por sus cúpulas dirigentes.

Sin embargo, la autoría del tiroteo no fue atribuida oficialmente a ningún grupo, pese a las acusaciones de los dos aliados chiíes contra “grupos” vinculados a las Fuerzas Libanesas, el segundo bloque cristiano del Parlamento libanés y una antigua milicia que operó durante la guerra civil (1975-1990), en la que las diferentes sectas del país árabe se enfrentaron.

“Hizbulá y Amal condenan y denuncian este acto criminal e intencionado que golpea la estabilidad y la paz civil, y llaman al Ejército y a las fuerzas de seguridad a asumir sus responsabilidades a la hora de restaurar la normalidad y arrestar a los perpetradores de los asesinatos”, señalaban en la nota.

Por su parte, el líder de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, condenó los disturbios en su cuenta de Twitter y culpó de lo ocurrido a la existencia “generalizada” de armas en el Líbano, “que amenaza a los ciudadanos a todas horas y en todas partes”.