Rusia y Estados Unidos prorrogaron hoy por cinco años el último tratado de desarme nuclear vigente entre ambas potencias, el Nuevo START, que limita el número de armas nucleares estratégicas y que expiraba este viernes, según informaron ambas potencias.

"La prórroga del tratado Nuevo START garantiza que tengamos límites verificables para los misiles balísticos intercontinentales, los SLBM (misiles balísticos lanzados desde submarinos) y los bombarderos pesados rusos hasta el 5 de febrero de 2026", dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en una declaración.

El Nuevo START limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire.

"El régimen de verificación del Nuevo START nos deja supervisar el cumplimiento por parte de Rusia y nos proporciona una mayor comprensión de la postura nuclear de Rusia, incluso a través de intercambios de datos e inspecciones in situ que permiten a los inspectores estadounidenses vigilar las fuerzas e instalaciones nucleares rusas", agregó Blinken.

El pasado 21 de enero, un día después de la toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, su Gobierno anunció que había propuesto a Moscú extender durante cinco años este tratado, el último de desarme vigente entre ambas potencias nucleares.

"El presidente (Biden) ha dejado claro durante mucho tiempo que el Nuevo START está en el interés nacional de Estados Unidos. Y esta extensión tiene aún más sentido cuando la relación con Rusia es antagónica, como lo es en este momento", dijo entonces la portavoz de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Biden, como su antecesor, Donald Trump, tenía la opción de buscar una solución temporal para el tratado y prorrogarlo durante un corto periodo de tiempo, pero abogó por extenderlo durante cinco años, tal y como se estableció en el pacto cuando fue firmado en 2010.

En los últimos meses de su Gobierno, Trump intentó sin éxito encontrar una solución temporal y prorrogar durante un corto periodo el pacto, pero no se llegó a materializar ningún acuerdo con el mandatario ruso, Vladimir Putin, quien en octubre pasado llegó a proponer una prorroga de un año.

El principal punto de fricción entre las dos potencias fue la insistencia del Gobierno de Trump para que China formara parte de las conversaciones, a pesar de que el gigante asiático se negó a sentarse en la mesa de negociaciones al considerar que tiene muchas menos armas nucleares que Washington y Moscú.

"El presidente Biden ha dejado en claro que la extensión del tratado Nuevo START es sólo el comienzo de nuestros esfuerzos para abordar los desafíos de seguridad del siglo XXI", dijo Blinken