En un acto a la desesperada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso en duda los cimientos de la mayor democracia del mundo, al suscitar dudas sobre la integridad del sistema electoral, ante una posible derrota en los comicios y mientras prosigue el conteo de votos.

Fiel a su estilo, el mandatario volvió este jueves a denunciar que es víctima de un fraude sin presentar pruebas, con el escrutinio aún en marcha en varios estados clave, poniendo en entredicho las leyes electorales del país.

En una nueva declaración desde la Casa Blanca sin la participación de periodistas, la segunda desde la jornada electoral del martes, Trump insistió en su idea de que hay votos que son legales y otros que no, sin que las autoridades de los estados hayan denunciado irregularidades en las votaciones, en persona o por correo.

"Si cuentan los votos legales nosotros ganamos fácilmente, pero si cuentan los votos ilegales pueden intentar robarnos las elecciones", dijo Trump en una acusación sin pruebas a su oponente, el demócrata Joe Biden.

UN SISTEMA CORRUPTO Y QUE CORROMPE, SEGÚN TRUMP

Trump, además, expresó su desprecio por el sistema electoral estadounidense y dijo de él que es "corrupto y hace que la gente se corrompa".

Ya en la madrugada de la noche electoral, horas después del cierre de los últimos centros de votación, Trump puso en entredicho la limpieza del proceso, que venía cuestionando desde meses antes de los comicios, en lo que parece ser una estrategia premeditada en caso de una reelección difícil.

Y al mismo tiempo anunció que recurrirá al Tribunal Supremo para denunciar ese presunto "fraude" contra él, con lo que puso en marcha toda su maquinaria legal y la del Partido Republicano para suspender el cómputo en algunos casos, reclamar un recuento en otros o para anular votos por adelantado o emitidos por correo.

En ninguna de esas demandas se han aportado pruebas que demuestren casos de fraude generalizado. En uno de estos recursos, en Nevada, un estado clave, la campaña de Trump alega que se permitió votar a unos 10.000 no residentes y que se contabilizaron votos de fallecidos, cuando las autoridades purgan las listas de electores para eliminar estos casos.

LOS RECURSOS SE ACUMULAN

Otro ejemplo es una reclamación en Georgia por 53 papeletas presuntamente emitidas tarde que un observador republicano denunció que se habían agregado al montón de los votos por correo que llegaron a tiempo, en una demanda que fue rechazada por un juez.

Y un ejemplo más es el recurso en Michigan para recontar una serie de papeletas depositadas por adelantado sin la supervisión de observadores de ambos partidos, que también fue rechazada por una jueza porque se presentó con el escrutinio prácticamente acabado.

Todas estas demandas corresponden a estados clave en los que todavía no se ha decidido ganador, en distritos de mayoría demócrata o en plazas en las que Trump ha perdido, en lo que parece una estrategia definida para entorpecer que se dé un desenlace contrario.

"Iremos al Tribunal Supremo. Queremos que pare todo el proceso de votación. No queremos que encuentren papeletas a las cuatro de la mañana y las añadan al desastre", dijo en la madrugada electoral el gobernante, cuando iba ya por detrás de Biden en las proyecciones de resultados de los principales medios de comunicación.

La nueva denuncia de fraude de Trump se produjo cuando su rival demócrata suma ya 264 delegados en el Colegio Electoral y se encuentra a un paso de lograr los 270 que le darían las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 de Trump.

De los estados clave por decidir, en Georgia la ventaja de Trump se ha reducido a unos 3.500 votos y quedan por escrutar unos 50.000, en Pensilvania. Ambos tienen una diferencia de 53.000 a favor del gobernante (con 729.000 pendientes) y en Carolina del Norte el margen a su favor es de 76.000, con 348.000 pendientes de escrutar.

Entretanto, en Nevada la ventaja de Biden es de 11.400, con 233.000 sin procesar aún.

LAS TELEVISIONES CORTAN EL DISCURSO DE TRUMP

Las tres grandes emisoras en abierto -NBC, ABC y CBS- cortaron y desmintieron con contundencia el discurso de Trump en pleno directo.

"Tenemos que interrumpir a Trump porque el presidente ha hecho una serie de afirmaciones falsas", decía en directo el periodista Lester Holt, presentador de NBC Nightly News, uno de los tres informativos más seguidos de la televisión en abierto.

Lo mismo hacía David Muir, el conductor del informativo más seguido del país con 8 millones de espectadores diarios, el ABC World News Tonight. "Simplemente no se ha presentado prueba en ninguno de estos estados de que existan votos ilegales", decía. A continuación, el periodista explicaba que por la pandemia del coronavirus el voto por correo había aumentado rompiendo récords, más de 100 millones de estadounidenses votaron anticipadamente, y eso prolongaba el escrutinio.

La CBS, tercera en audiencia, iniciaba una verificación de datos mientras Trump terminaba su discurso, y desmintió todas sus acusaciones de "fraude" y "corrupción del sistema".

Más contundentes fueron los servicios informativos de la radio pública estadounidense, la NPR, al señalar que "Trump de nuevo reclamó falsamente la victoria en las elecciones de 2020. No ha ganado. Los votos se siguen contando".

Por su parte, los canales informativos de pago CNN y MSNBC, conocidos por sus posiciones más liberales, hablaban con dureza: "Qué noche más triste para Estados Unidos". "Tratar de atacar la democracia con su fiesta de las falsedades. Mentira tras mentira tras mentira", decía en pantalla un compungido el presentador Jake Tapper.

En el programa de CNN, Rick Santorum, un tertuliano del partido de Trump y exsenador, se declaraba "impresionado" y "decepcionado" tras escuchar al presidente.

Mientras que Fox News, la referencia informativa del Partido Republicano, desmentía sus palabras. La ruptura en el canal de noticias conservador se está haciendo más profunda cada vez que Trump repite sus acusaciones de fraude electoral.

"No hemos visto nada que constituya un fraude o un abuso del sistema", decía el corresponsal de la Casa Blanca para Fox News, John Roberts, en directo desde la misma sala de prensa en la que segundos antes habló el presidente.