Los ayuntamientos de Washington D.C., Los Ángeles, San Francisco y otras ciudades de Estados Unidos anunciaron este jueves el fin de los toques de queda, en vigor desde el fin de semana pasado, después de que este miércoles no se produjesen altercados durante las protestas mayoritariamente pacíficas.

La alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, fue la primera regidora en levantar la medida ante el carácter pacífico de las protestas de las últimas jornadas en la capital estadounidense, que inició su toque de queda el domingo.

Tampoco se exigirá en Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos y una de las más afectadas por la ola de violencia del fin de semana, que ha ido disminuyendo y dado paso a multitudinarias manifestaciones pacíficas durante el día.

"Basándose en la situación actual y el patrón reciente de las acciones pacíficas de los manifestantes, el Departamento del sheriff del Condado de Los Ángeles ya no hará cumplir un toque de queda", indicó la Policía de los Ángeles. Aun así, los diferentes distritos que componen el área metropolitana podrán imponer sus propias medidas según las circunstancias.

Tampoco habrá toque de queda en el área de la bahía de San Francisco, suprimido en sus dos ciudades principales, San Francisco y San José.

Seattle (estado de Washington), Louisville (Kentucky) y Salt Lake City (Utah) son otras de las ciudades del país que han seguido la misma decisión, tras vivir el fin de semana noche tensas de saqueos y disturbios.

En la capital, Washington D.C., los manifestantes concentrados ante la Casa Blanca fueron reprimidos el lunes con gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, muchos mantuvieron las protestas y desafiaron a las autoridades al quedarse en las calles una vez superada la hora del comienzo del toque de queda.

En los últimos días, se ha ampliado el perímetro de seguridad y reforzado la residencia presidencial con vallas elevadas, lo que ha dado un aire fortificado a la Casa Blanca, uno de los destinos turísticos más visitados de la capital.

El presidente estadounidense, Donald Trump, objetivo de muchas de las críticas de los manifestantes amenazó con el despliegue de miles de soldados para mantener el orden en la ciudad, dentro de la ola de protestas desencadenadas en EE.UU. tras la muerte por asfixia bajo custodia policial de George Floyd en Mineápolis la pasada semana.

"Estamos preocupados que este fortalecimiento puede no ser solo temporal.Tengan en cuenta que es la casa del pueblo. Es un triste comentario que la Casa y sus inquilinos tengan que estar protegidos por un muro", subrayó Bowser.

En la misma conferencia de prensa, el jefe de Policía del Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, Pete Newsham, informó que durante las protestas del miércoles, que congregaron a más de 5.000 personas, no hubo ningún arresto.