Un total de 360 mujeres vascas se han convertido ya en las nuevas nodrizas 4.0,nodrizas 4.0 ya que, con su altruismo, han conseguido sacar adelante cada año a un centenar de bebés con menos de 32 semanas de gestación o con menos de kilo y medio de peso que no pueden ser alimentados por sus madres.

En sus más de cuatro años de andadura, el Banco de Leche Materna de Euskadi ha cubierto la demanda de los hospitales vascos, suministrando casi 9.000 biberones para todos los bebés que lo han necesitado. Desde sus inicios, en 2017, ha contado con la donación de 92 madres de Gipuzkoa, 187 de Bizkaia y 79 en Araba. En total, han recepcionado 1.583 litros de leche humana, con la que se han preparado 8.930 biberones,lo que ha permitido cubrir en todo momento las necesidades de las Unidades de Neonatología, siempre bajo prescripción médica.

Con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de la Donación de Leche Materna, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quiso agradecer públicamente a las madres donantes: “Es un orgullo poder contar con mujeres tan altruistas y solidarias como las que aportan su tiempo y su esfuerzo, para ayudar a los bebés que lo necesitan, ytambién quiero reconocer la labor de los y las profesionales que lo hacen posible”.

  • Lea más: "Si damos al bebé leche de varias madres, adquiere la inmunidad de todas"

Hay que señalar que solo en el primer trimestre de este 2022,el banco vasco ha contado con 14 nuevas donantes, que han proporcionado 118,5 litros de leche para alimentar a los recién nacidos necesitados.grandes ventajas

Este banco de leche garantiza la lactancia materna a grandes prematuros y se trata de una ayuda de vital importancia, ya que hay evidencias científicas de que la leche materna es un alimento de excepcional valor nutricional y previene la enterocolitis necronizante, una enfermedad que puede causar la muerte de los bebés.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y las sociedades científicas recomiendan la alimentación al pecho exclusiva durante los primeros seis meses de vida y, junto con otros alimentos, hasta los dos años. Por eso, cuando no se dispone de ella, la leche humana donada es la mejor opción.