ras varias semanas en un limbo, los centros de fisioterapia de Gipuzkoa respiran con mayor tranquilidad. Este martes el Gobierno español ordenó que también debían cerrarse cuando el Gobierno Vasco ya se lo había exigido el mes pasado. Esta dicotomía temporal ha hecho que, al ser establecimientos sanitarios y por lo tanto esenciales, no pudieran acogerse a un ERTE por fuerza mayor a pesar de no tener clientes. "Ahora estamos más tranquilos porque será más fácil que nos lo concedan", cuenta Iosu Díez, propietario de Berazubi Fisioterapia Zentrua de Tolosa.
La mayoría de las persianas de los centros de fisioterapia, incluidas las del de Tolosa, se bajaron el pasado día 16 de marzo, aunque en un principio el Gobierno Vasco no ordenó el cierre de los centros de fisioterapia -acabó reculando una semana después del cierre de hostelería tras la petición del Colegio de Fisioterapeutas de Euskadi-. "Es verdad que somos un establecimiento sanitario, pero no somos imprescindibles. Nosotros no tratamos de urgencia como puede hacerlo un ambulatorio", explica Díez desde su casa, donde está pasando la cuarentena con su mujer y sus dos hijos tras haber dado su padre positivo en la prueba del COVID-19.
La competencia de los centros de fisioterapia en Euskadi es del Ejecutivo vasco pero, tras la implantación del estado de alarma en todo el Estado, su control quedó en manos de Madrid. Esta tesitura hizo que los negocios no pudieran acogerse a un ERTE de fuerza mayor hasta el decreto de su cierre este mismo martes. "Hemos estado con mucha inseguridad. Vamos a pedir un ERTE alegando a un descenso de la actividad económica para poder hacer frente a los pagos de los trabajadores", relata.
En Berazubi Fisioterapia Zentrua trabajan, además de Iosu y su socio, cuatro empleados -dos fijos y otros dos temporales-, por lo que ante la incertidumbre de no poderse acoger a este ERTE, ya habían buscado una alternativa y solicitaron un préstamo a Elkargi: "Por nuestras intenciones no pasa despedir a nadie", afirma.
Así, durante tres semanas no han abierto a pesar de realmente poder hacerlo. "No podíamos abrir porque podíamos expandir la pandemia", indica, al tiempo que añade que en el caso de estar obligados carecían de las medidas de protección adecuadas": "Es imposible que no nos acerquemos a las personas y el Colegio de Fisioterapeutas tiene doce documentos distintos de proveedores diciéndoles que no pueden suministrarles material de protección porque no hay. Sin mascarillas y sin EPI no podemos trabajar".
Ahora, en cambio, deben abrir solo los que tengan servicio de emergencia, algo que no les afecta. El futuro, sin embargo, no se presenta tan claro. "Vivimos la economía con mucho miedo", ya que una desactivación del estado de alarma tampoco garantiza que los clientes "se atrevan a venir". "Entre la población hay pánico, y las personas mayores, que son los que más riesgos tienen, al comienzo no vendrán, pero confío en que con el tiempo podremos llevarlo", observa.
La crisis sanitaria le ha pillado a Iosu por partida doble: su negocio ha tenido que echar el cierre y su aita se encuentra ingresado en el hospital de Zumarraga tras dar positivo en el test de COVID-19. "Es además un paciente de riesgo, pero va a mejor. Ya no necesita estar conectado al oxígeno y esperamos que se ponga bien pronto", explica.
Al haber estado en contacto con él, tanto Iosu como sus dos hijos tienen prohibido salir de casa durante las próximas dos semanas. Su mujer es la única autorizada para ir a por recados, pero siempre con mascarilla. "En realidad estamos como todos los demás, pero esperemos que ninguno lo cojamos porque si, no nos quedamos sin poder comer pan", bromea.
Servicios. Ubicado en Tolosa, Berazubi Fisioterapia Zentrua ofrece servicios de osteopatía, acupuntura, medicina tradicional china y reeducación postural global, entre otros, en unas instalaciones adaptadas para ello.
Equipo. Fundado en 2002, el centro cuenta con varios fisioterapeutas con experiencia que, ampliando continuamente conocimientos, intentan ofrecer siempre una mejor atención al cliente.
"Ahora estamos más tranquilos porque será más fácil que nos concedan el ERTE"
"Vivimos la economía con mucho miedo. Hay pánico entre la población y hay que ver si se atreven a venir"
"No hay las medidas de protección adecuadas; sin mascarillas y sin EPI no podemos trabajar"