hacer frente al envejecimiento de la población, fomentar la convivencia, avanzar en la conciliación, reducir la desigualdad de género, situar Gipuzkoa en el panorama internacional... Son solo algunos de los muchos retos que el territorio debe afrontar a corto y medio plazo. El debate está abierto y la Diputación ha pedido su colaboración a 35 profesionales de reconocido prestigio que, en los próximos meses, reflexionarán sobre estas y otras cuestiones en el Think Tank (laboratorio de ideas) que la institución foral ha puesto en marcha en el seno de su plan de gestión Etorkizuna Eraikiz.

La dinámica de trabajo es sencilla y se divide en dos fases. La primera, que se prolongará hasta el mes de junio, constará de cuatro sesiones grupales (la primera de las cuales tuvo lugar a comienzos de febrero y la segunda se celebrará en los próximos días), en las que los participantes llevarán a cabo una reflexión a fondo sobre cuatro áreas temáticas: el bienestar social, el modelo de gobernanza, la competitividad de Gipuzkoa y la atracción del talento al territorio, así como la sostenibilidad y movilidad.

Estas sesiones cuentan con la colaboración de expertos, que exponen la situación de Gipuzkoa en torno a cada realidad y, tras esa visión global, los participantes debaten en pequeños grupos con el objetivo de extraer conclusiones concretas sobre cada ámbito.

A partir de ese momento y tras el verano, se iniciará una nueva fase, en la que el grupo participará en otras cuatro sesiones en las que, a partir de las conclusiones adoptadas, deberán identificar y seleccionar una serie de proyectos experimentales para su posterior implantación en el territorio. Estos proyectos no serán desarrollados necesariamente por la Administración, y es que, el objetivo es implicar también a los agentes privados en su ejecución.

En todo este proceso se encuentran inmersos el empresario Asier Pereda, la exjugadora de balonmano y consultora deportiva Matxalen Ziarsolo, la diseñadora de moda Isabel Zapardiez y el músico y periodista Oier Aranzabal. Acaban de echar andar esta tarea de reflexión y, aunque todavía es pronto para sacar conclusiones y generar expectativas, se muestran ilusionados por este proyecto que les ha sorprendido en forma y fondo.

“Me pilló por sorpresa porque no sabía si tengo el conocimiento suficiente de todos los temas que vamos a tratar, pero es una iniciativa muy interesante que permite conocer otras realidades y otros puntos de vista, haciendo que amplíes tus miras”, reconoce Ziarsolo, que considera que “no vamos a solucionar todos los problemas del mundo, pero visto el compromiso de la gente, puede surgir algo bonito”.

“Es curioso, sobre todo porque no estamos acostumbrados a recibir este tipo de invitaciones por parte de los representantes institucionales”, expresa Aranzabal. “Se dice que hoy en día la ciudadanía no está implicada en asuntos que conciernen al pueblo. Parece que está de moda lo apolítico, no mojarse, estar lo más lejos posible de las instituciones... Creo que es bueno demostrar que la ciudadanía puede ser activa y puede participar en ámbitos de decisión que no sean estrictamente parlamentos o votando cada cuatro años”, señala el músico y periodista, que añade: “No somos gurús, ni sabios, pero sí representamos a buena parte de la sociedad guipuzcoana, así que nada malo puede salir de esta mesa”.

Para Pereda, precisamente, lo interesante de la iniciativa radica en la heterogeneidad del grupo. “Es una mezcla muy interesante, de edades muy diferentes, de actividades distintas... Además la dinámica está muy bien preparada. En este tipo de foros, a veces, te encuentras con que te hablan mucho pero participas poco, mientras que aquí nos hacen currar y mucho”. “Ojalá todas las iniciativas de colaboración público-privadas fueran así, con una implicación exigente para los involucrados”, subraya.

Igualmente optimista se muestra Zapardiez, que entiende que, desde su experiencia “en un mundo que a veces puede parecer tan banal como es la moda”, puede aportar al grupo la visión de “una mujer trabajadora, madre de familia numerosa, que ha tratado de sacar adelante su pequeño negocio”. “Es muy interesante porque me obliga a hacer una reflexión sobre cuál va a ser el futuro de las generaciones venideras, entre ellas el de mis hijos”, afirma la diseñadora.

El desafío es importante y los participantes perciben la responsabilidad que tienen entre manos. “Es un reto potente, porque reflexionar sobre el futuro en general es muy fácil, pero conseguir sacar adelante alguna idea realizable, tangible, y que sirva para ese futuro que queremos proyectar no lo es tanto”, reflexiona Aranzabal. “Ya veremos si se cumplen las expectativas o no y si conseguimos los objetivos, pero creo que nada malo puede salir de esto”, aventura.

Pereda comparte este diagnóstico. “Es un ejercicio complejo, pero ayuda mucho ver las soluciones que a estos mismos problemas se han dado en otros sitios. No tenemos que inventar la gran pócima, sino imitar hechos exitosos en otros países”, apunta.

Para la exjugadora de balonmano, el hecho de que “cada uno aporta lo que ha vivido y lo que piensa”, facilita que se puedan poner sobre la mesa “propuestas que puedan mejorar la sociedad de Gipuzkoa”.

Similar opinión comparte Zapadiez, quien considera que “vivimos en una sociedad que es de todos y tratar de hacer algo que nos aporte a todos es fundamental”. “Yo trataré de exponer mi opinión sin que esté condicionada por nada ni nadie, tratando de que mi trabajo ayude a las instituciones a adoptar medidas que sean beneficiosas para todo el mundo”, añade.