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Las ayudas a las familias por el segundo hijo aumentarán de dos a tres años

Las instituciones vascas firman el Pacto por la Familia e Infancia que, entre otros retos, busca elevar la tasa de natalidad

Las ayudas a las familias por el segundo hijo aumentarán de dos a tres añosIrekia

donostia - “Es una excelente noticia”. Con esta escueta frase se podría resumir lo vivido ayer en la sede del Gobierno Vasco en Gasteiz. El lehendakari, Iñigo Urkullu; los diputados generales de Gipuzkoa, Markel Olano, Araba, Ramiro González, y Bizkaia, Unai Rementeria; y el presidente de la Asociación de Municipios Vascos-Eudel, Imanol Landa, suscribieron el Pacto por la Familia y la Infancia, ratificando de forma solemne el acuerdo aprobado el pasado 20 de diciembre en el Consejo Vasco de Familia. El pacto busca, entre otras medidas, aumentar la maltrecha natalidad en Euskadi para incrementar los actuales 18.000 nacimientos anuales. Para ello, el Gobierno Vasco aumentará de dos a tres anualidades las ayudas por segundo hijo.

El pacto contiene un decálogo que se concretará en medidas específicas en el IV Plan de Apoyo a las Familias. En su intervención, Urkullu reconoció las “dificultades para romper la transmisión intergeneracional de las desigualdades como consecuencia de las carencias económicas de las familias con hijos e hijas”. Por ello, destacó que los valores fundamentales que integran este Pacto son “respeto, igualdad, reconocimiento, solidaridad y autonomía”. De esta forma, se contempla el respeto a la libertad de decisión y elección sobre el proyecto familiar; a los derechos de todos los miembros de la familia; y a la diversidad y tratamiento igualitario a los diferentes tipos de familia. Además, defendió la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, y corresponsabilidad; el reconocimiento del papel de la familia como agente de solidaridad generacional, y como transmisora de los valores de libertad, solidaridad, respeto, tolerancia, igualdad, pluralidad, participación y convivencia.

El lehendakari mostró su solidaridad con las familias en situaciones de especial vulnerabilidad o riesgo de exclusión y defendió la autonomía de todas y todos en orden a su pleno desarrollo personal dentro del ámbito familiar. Por ello, insistió en que “aumentar la natalidad e incrementar las ayudas a familias con hijos e hijas constituye un objetivo de país” y subrayó que este pacto por las Familias y la Infancia “nos acerca a Europa” y tiene por objeto “adaptar nuestras políticas sociales al paradigma de inversión social, promovido por las instituciones europeas”. “La característica de este nuevo paradigma es la transición de unas políticas orientadas a la reparación a otras orientadas a la preparación”, explicó.

En este sentido, Urkullu defendió que “Euskadi, como parte de la sociedad europea, tiene el reto de desarrollar políticas de carácter social, cultural y económico que afronten el progresivo envejecimiento de la población y la necesidad de fomentar la natalidad”. En Euskadi nacen al año unos 18.000 niños, la edad media de maternidad es de 33,4 años y la tasa de fecundidad es de 1,39 hijos, una de las más bajas de la Unión Europea.

Aumento de ayudas por hijo El lehendakari anunció también que este pacto se concretará en el plan de actuación para esta legislatura en el ámbito de apoyo a las familias y a la infancia que se aprobará antes de marzo y que, entre otras medidas, recogerá un aumento de 2 a 3 anualidades en las ayudas por la segunda hija o hijo, lo que supondrá una inversión adicional de hasta cinco millones de euros al año.

Además, explicó que el Pacto firmado ayer da lugar a acciones, compromisos y presupuestos específicos que se materializarán en el IV Plan de Apoyo a las Familias, “la hoja de ruta para avanzar en la consecución del decálogo de los compromisos que adquirimos”.

Las instituciones vascas se comprometen así a garantizar unos recursos económicos mínimos a todas las familias con hijos e hijas y prevenir la pobreza infantil, con respeto a la diversidad familiar; y a facilitar que padres y madres puedan dedicar a sus hijos e hijas todo el tiempo necesario, fomentando una organización del tiempo social más adecuada y favoreciendo una organización corresponsable. También se aboga por favorecer la emancipación juvenil y los proyectos de vida autónomos, para facilitar la formación de nuevas unidades familiares que puedan, si lo desean, tener descendencia; y a reforzar los programas de parentalidad positiva, salud infantil, prevención de conflictos y mediación familiar, de cara a reforzar las capacidades parentales y educativas de padres y madres.

El decálogo de compromisos también apuesta por favorecer que todos los niños y niñas puedan recibir servicios de atención infantil de calidad que resulten accesibles y asequibles; y reorientar las políticas educativas y profundizar en un sistema escolar inclusivo y coeducador, capaz de garantizar la equidad y compensar las dificultades del alumnado en situación de desventaja social y económica. Las instituciones también tratarán de favorecer el acceso de niños, niñas y jóvenes, en igualdad de condiciones, a una oferta más amplia de recursos y equipamientos socioeducativos, deportivos, culturales y de ocio; y primar la colaboración dado el carácter multidimensional de las materias que afectan a las políticas públicas -perspectiva de género, educación, igualdad, salud, vivienda, servicios sociales, cultura o empleo-.

Finalmente, se impulsarán la sensibilización de los agentes privados relacionados con estas materias, en especial los implicados en las relaciones laborales, como los sindicatos y las asociaciones empresariales; y apostarán por mejorar la gobernanza de las políticas de familia e infancia.

1 Garantizar unos recursos económicos mínimos a todas las familias con hijos e hijas y prevenir la pobreza infantil, con respeto a la diversidad familiar.

2 Facilitar que padres y madres puedan dedicar a sus hijos e hijas todo el tiempo necesario, fomentando una organización del tiempo social más adecuada y favoreciendo una organización corresponsable.

3 Favorecer la emancipación juvenil y los proyectos de vida autónomos, para facilitar la formación de nuevas unidades familiares que puedan, si lo desean, tener descendencia.

4 Reforzar los programas de parentalidad positiva, salud infantil, prevención de conflictos y mediación familiar, de cara a reforzar las capacidades parentales y educativas de padres y madres.

5 Favorecer que todos los niños y niñas puedan recibir servicios de atención infantil de calidad que resulten accesibles y asequibles.

6 Reorientar las políticas educativas y profundizar en un sistema escolar inclusivo y coeducador, capaz de garantizar la equidad y compensar las dificultades del alumnado en situación de desventaja social y económica.

7 Favorecer el acceso de niños, niñas y jóvenes, en igualdad de condiciones, a una oferta más amplia de recursos y equipamientos socioeducativos, deportivos, culturales y de ocio.

8 Primar la colaboración dado el carácter multidimensional de las materias que afectan a las políticas públicas: perspectiva de género, educación, igualdad, salud, vivienda, servicios sociales, cultura o empleo.

9 Sensibilizar a agentes privados relacionados con estas materias, en especial los implicados en las relaciones laborales, como los sindicatos y las asociaciones empresariales.

10 Mejorar la gobernanza de las políticas de familia e infancia”.