Donostia - Cuatro de cada cinco pymes de Gipuzkoa ejercen un efecto tractor en la economía en la que están radicadas por lo que su cierre o deslocalización tendría serias repercusiones en otras muchas compañías que les proveen y a las que dan trabajo, en un “efecto dominó” que pondría en peligro el desarrollo económico del territorio.
Es una de las conclusiones a las que llega un estudio elaborado por Deusto Business School, la Fundación Antonio Aranzabal y la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi y financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, que ofrece una radiografía de la situación en la que se encuentra la pequeña y mediana empresa en el territorio y recoge cuáles son los principales riesgos a los que se enfrenta.
El contenido, que fue presentado ayer en Donostia, incide en la necesidad de articular medidas tendentes a afianzar el sentimiento de arraigo de este colectivo empresarial, dado el peso que representa en el conjunto del tejido industrial de Gipuzkoa. Según figura en el documento, en el territorio existen más de 900 pymes que, en su conjunto, emplean a 31.500 trabajadores, lo que significa casi la mitad del empleo industrial.
Además, se caracterizan por la consolidación de su actividad, ya que más de la mitad de ellas tiene una trayectoria en el territorio superior a los 25 años. Su competitividad queda demostrada por dos factores como son que dedican alrededor del 3% de su facturación, que en conjunto es de 7.000 millones de euros anuales, a actividades de I+D+i cuando en el Estado este porcentaje es de dos puntos, y que más de la mitad de ellas exportan.
Todas estas características las convierten en foco de atención de inversores ajenos a Gipuzkoa, por lo que resulta imprescindible enraizarlas para que no desaparezca una masa empresarial que ejerce un efecto tractor. Como muestra, el estudio cifra en un 42% el porcentaje de pymes que compra a otras empresas guipuzcoanas y un 37% el de aquellas que venden en el territorio.
“Es peligroso el efecto dominó que el eventual cierre o salida del territorio de esas empresas tractoras puede desencadenar y, en ese sentido, cobra especial importancia mantener la competitividad y potenciar el enraizamiento de la pyme industrial tractora, cuyos efectos multiplicadores son beneficiosos para toda la red”, advierte el estudio que incide en que, además, cada pyme dedica como media 6.000 euros anuales a promocionar acciones sociales.
deslocalización El perfil de pequeña o mediana empresa más susceptible de mirar hacia otras zonas o dejarse querer por fondos de inversión externos y, por lo tanto, el foco de atención de agentes públicos y privados, es el de una compañía de menos de 36 empleados, con una facturación media de 9,9 millones de euros, con producto propio y que no dispone de otros negocios. En este caso, la empresa familiar que representa el 65% del conjunto de pymes guipuzcoanas presenta menor riesgo de deslocalización.
No obstante, los impulsores del informe incidieron en la necesidad de adoptar medidas en todos los casos para evitar que factores como la exigencia de inversiones muy altas para mantener la competitividad, la dimensión del negocio, la pérdida de cuota de mercado o las dificultades en el proceso de sucesión desemboquen en una salida o un cierre indeseado.
Entre las propuestas recogidas para evitar esta situación se encuentra la inversión en talento, el fomento de una conciencia social y empresarial sobre la importancia de la actividad de las pymes en el territorio o la puesta en marcha de mecanismos que faciliten la resolución de conflictos.
También apela a la actitud del empresario al defender la aplicación de modelos que mejoren la gestión, la generación de un “espíritu creativo con el objetivo de progresar”, la disposición a adaptarse a la Industria 4.0, el “mimo” al gobierno de la empresa o promover una eficiencia rentable.
En resumen, tal y como figura en el estudio, “que el empresario familiar y no familiar actúe con responsabilidad y las instituciones lo acompañen diseñando e impulsando las estrategias de consolidación que le den respaldo”.
Las autoras del estudio, las consultoras Oteic e Ikei, advirtieron de que este informe pone las bases para futuras actuaciones que tienen como finalidad diseñar e implantar posteriormente procesos de capacitación de este colectivo empresarial para garantizar su permanencia en Gipuzkoa y, en consecuencia, el desarrollo del territorio.
Cierre. Este peligro está relacionado con la pérdida de cuota de mercado, problemas motivados por la dimensión de la empresa o pérdida de clientes.
Salida. El perfil de pymes susceptibles de correr este riesgo es el de una compañía pequeña, con una facturación de alrededor de 10 millones de euros con producto propio y con una escasa vinculación con el territorio.
Sucesión. Este problema se acentúa por cambios en la estructura societaria, inminencia del proceso sucesorio y complicaciones propias de la sucesión.
Josean Rodríguez Ranz, vicerrector del campus de Donostia de la Universidad de Deusto, destacó que este estudio demuestra que la colaboración de los ámbitos público y privado contribuye al desarrollo social.
El portavoz Antón Aranzábal Harreguy trasladó el compromiso de la Fundación por trabajar por el enraizamiento de las pymes en Gipuzkoa.
Borja Gárate en nombre de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi apostó por defender los intereses de este colectivo y acompañarlo en su consolidación.
82%
de las pymes industriales de Gipuzkoa son motor económico del territorio.
54%
de este colectivo empresarial vende al exterior.
53%
de las pymes guipuzcoanas presentan una trayectoria de más de 25 años, lo que demuestra su fuerte vinculación con el territorio.