San Roque sale de su ‘olvido’
bergara hace un guiño hoy a su segundo patrón con un doble concierto
San Roque ostenta un lugar destacado en el santoral de Bergara: es el patrón de la villa. No obstante, su festividad, que se celebra hoy, no goza de las distinciones con las que cada 16 de septiembre se rinden honores al martirizado San Martín de Agirre. San Roque pasa bastante desapercibido. De hecho, sus fiestas se extinguieron hace muchísimos años.
Así que los actos que de algún modo han tratado de honrar a tan olvidado patrón son testimoniales o se limitan en los últimos años a una comida de hermandad. Hoy, sin embargo, San Roque estará presente a ritmo de música. La programación con la que el área municipal de Cultura ha querido poner ambiente en las tranquilas y desiertas jornadas del mes vacacional por excelencia hace un guiño al santo protector ante la peste y otras epidemias. A partir de las 20.00 horas, en la calle Domingo Irala sonarán los grupos vascos y argentino Hego Haizea y Meta Milonga.
Bergara, como otras poblaciones del País Vasco, se acogió al patronazgo de San Roque en la baja Edad Media, cuando el reiterado azote de la peste y otras plagas diezmaban y aterrorizaban a la ciudadanía.
Hoy en día resulta complejo, cuando no imposible, hacerse a la idea del pánico que ocasionaban estas mortíferas epidemias a nuestros antepasados. En 1507 se constituyó en la villa la Cofradía de San Sebastián y San Roque (en la iglesia de Santa Marina cuelga un retablo dedicado a ambos santos). Su actividad no se limitó a llevar a cabo estériles invocaciones religiosas. Esta organización echó a rodar con un fin solidario: “Para remediar el que ya ni los padres e hijos estuvieran dispuestos a enterrar a sus más próximos, se organizó la cofradía, obligándose sus miembros a colaborar en los enterramientos, especialmente cuando se producían de forma masiva por el ataque de una pestilencia”, apunta el historiador Juan Madariaga en su libro Historia social de Bergara en su época preindustrial.
La destructiva pandemia, que en el siglo XVII fue especialmente virulenta, marcó un trágico episodio en un tiempo muy remoto. San Roque es uno de los santos populares que ha suscitado devoción en todo el mundo: más allá de que este santo francés del siglo XIV se dedicara a poner en práctica sus nociones de medicina para curar enfermos (se le atribuyen curaciones milagrosas), en Bergara su festividad antaño estuvo acompañada de celebraciones.
corridas de toros Es el caso de las corridas de toros que se llevaban a cabo el 16 de agosto, en la plaza Ariznoa, como aparece recogido en numerosas actas del Ayuntamiento que engrosan el fondo del archivo municipal. Por ejemplo, hay un documento que deja constancia del acuerdo adoptado el 12 de julio de 1739 para que hubiera espectáculo taurino en San Roque y otro que hace mención a que el alcalde, cargo que en 1744 ejercía Joaquín José de Murua y Arriola, y el Concejo costearon los toros. También hay referencias a la celebración de la misa y procesión.
El 29 de mayo de 1758, junto a San Roque se nombró a San Martín de Aguirre copatrono de la villa. Este último, martirizado en Japón, puede presumir de tener unas fiestas en su honor, los sanmartines, a mediados de septiembre. Pero no es el único santo con un puesto preeminente en el santoral local: San Pedro reina como titular de la iglesia parroquia y su arciprestazgo.
San Roque ha sido, por contra, el peor parado. En la década de los 60 del siglo pasado aún perduraba una procesión que, según aparece documentado en el archivo municipal, llevaba su imagen “a la casa del alcalde durante tres días”.
Hoy, aunque con menos solemnidad, el venerado santo estará de alguna manera presente en el concierto que vestirá de música la calle Domingo Irala. Aitor Urquiza, Arkaitz Ibarra, Asier Agirre y Xabier Olazabal, con su txistu, acordeón y percusión, están al frente del cuarteto Hego Haizeak, que comparte cartel con las milongas y tangos de los argentinos Cali Ustarroz, Cristian Marchesi, Joaquín Ruiz y Jorge Pemoff, integrantes del grupo Meta Milonga.