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Los mejores de la clase

los 52 alumnos con mejores expedientes de los campus guipuzcoanos fueron ayer galardonados con los premios fin de carrera de kutxa

Los mejores de la clase

los 52 alumnos más brillantes fueron ayer premiados por Kutxa por obtener el mejor expediente académico en cada grado de los cuatro campus guipuzcoanos: Deusto, la UPV/EHU, Mondragon Unibertsitatea y Tecnun. Todos ellos fueron galardonados con un diploma por su excelencia académica en la sala Kutxa calle Andia, a las 19.30 horas. Este periódico habló con cuatro de ellos, que llenos de orgullo vieron reconocido su esfuerzo y constancia durante su carrera.

Edurne Carrera, una oriotarra de 22 años, entró hace ya cinco cursos en el grado de Turismo en la Universidad de Deusto y lo hizo con decisión. “Tenía claro desde pequeña que quería estudiar Turismo, porque el boom de los hoteles siempre me ha apasionado. Y el hecho de tener las cosas claras me ha facilitado mucho porque supe que tenía que estudiar idiomas, y ahora hablo cinco idiomas”, relató.

Sus claves son “el esfuerzo” y “la ilusión” al llevar a cabo cualquier tarea. De hecho, esta receta le ha valido un 9,46 de media en los cuatro años de curso. Y eso que tenía competencia. “En mi carrera ha habido gente muy buena, con buenísimas notas. Entonces, sabiendo que el nivel era alto, este reconocimiento es todavía más gratificante”, confesó. Y lejos de relajar el ritmo, ya tiene puesto el ojo en su siguiente paso. “Estoy de becaria en la dirección de dos hoteles Meliá en Madrid”, contó, pero en enero tratará de conseguir un puesto como responsable de calidad, que le catapultaría a su objetivo final: dirigir un hotel.

Para Teresa Esteban, que se encuentra en Londres estudiando un máster en Neurociencia y no pudo acudir a la recogida del galardón, el Premio Fin de Carrera resultó toda una satisfacción, pues no tuvo facilidades económicas para acceder a sus estudios. Su expediente fue el mejor del Grado de Psicología de la UPV/EHU. “Es la primera vez que alguien me dice enhorabuena. Estoy muy orgullosa porque es una valoración a todo el esfuerzo que he hecho y me da energía. Es como una pastillita de motivación”, resumió esta bilbaina. Sin embargo, también admitió que no le resultó “extremadamente difícil” el reto, porque para ella “estudiar era un placer”.

También de la UPV/EHU, aunque de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Eibar, se reconoció el esfuerzo puesto por Ander San Martín en su Grado de Ingeniería Mecánica. El premio le pilló “de sopetón”. “Sabía que tenía buen expediente, pero no me lo esperaba”, admitió y añadió que logró una nota media de 8.51. En este caso, su aliada ha sido la constancia. “Estoy acostumbrado a estudiar desde que hice selectividad, entonces pillé el ritmo y no paré, aunque ahora me cuesta más, por ejemplo”, apostilló. Parte del mérito se lo dedicó a la universidad de Eibar y la cercanía de sus maestros. “Es muy familiar, y a la hora de preguntar dudas a los profesores te atienden muy bien”, comentó.

Al contrario que estos tres brillantes estudiantes, Eneko Echeverría estaba perdido al elegir la carrera, aunque ahora no se arrepiente “de nada”. Con un 8,6, su expediente fue el mejor del Grado en Ingeniería en Sistemas de Telecomunicación de Mondragon Unibertsitatea. “No sabía qué estudiar, dudaba con Biología, aunque el tema de las tecnologías me gustaba. Luego empecé y me ha gustado muchísimo”, aclaró.

Este zarauztarra de 22 años desmintió esa fama de dura que tiene la carrera de Telecomunicaciones y dijo que no es “nada del otro mundo”. “Se consigue sacar sin mayor dificultad, aunque “hay momentos duros en los que hay que meter horas”, añadió. De momento estudia un máster y, como los demás, no sabe qué le deparará el futuro. Pero si siguen con los valores que ya han puesto en práctica hasta ahora, seguramente lleguen lejos.