Crean una ‘app’ que permite llegar de manera más directa al consumidor

donostia - El hondarribiarra Iñigo Busto y el burgalés Javier Sánchez son los creadores de Luraki, una aplicación móvil gratuita para iOS y Android que tiene como objetivo “utilizar la tecnología para ponerla al servicio de los productores, creando un canal móvil que les permita llegar de una manera más directa a los consumidores”. Ellos mismos se denominan “hedonistas gastronómicos” y lo que ofrecen es una revolución donde el productor se convierte en protagonista.

El objetivo de la aplicación es “ser más responsables eliminando intermediarios”, comenta Iñigo. “No puede ser que consumamos un producto que nos vale un euro, y al productor se le pague diez céntimos; además de todo el sobrecoste que conlleva el transporte... mientras que tenemos el mismo producto a uno pocos kilómetros”.

Con esta iniciativa, también se contribuye a: “A mejorar el medio ambiente sin la utilización del transporte, segundo a reforzar la economía local para generar puestos de trabajo y tercero a que todos seamos un poco más conscientes de la importancia de comprar productos de calidad”, añade.

Actualmente, Luraki cuenta con cien productores en la CAV. Se trata de la comunidad con más productores respecto al estado en su conjunto. Esto se debe, según explica Iñigo, a que “somos más solidarios y más responsables respecto a otras comunidades, y en el aspecto de la ecología, especialmente”.

Los impulsores de está aplicación han sido trotamundos durante gran parte de su vida. Sánchez se ha especializado en conocer el lado Occidental del mundo, en países como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, mientras que el hondarribiarra se decidió por lugares algo más exóticos, como Nueva Zelanda y Australia.

Se conocieron hace 20 años en la Universidad de Tecnun de Donostia. Después del último viaje de Iñigo por Australia, volvieron a verse, pero esta vez sería especial. Iñigo, recién llegado, decidió ir a visitar a su compañero en marzo del año pasado. Tenía que ir a Valencia, lugar actual donde reside Javi.

Pues bien, en el transcurso del trayecto, el hondarribiarra decidió parar en la zona de Albarracín (Teruel) y con la excusa de comprar algo local, llamo a Javi para que le “dijese alguna aplicación para buscar productos locales, y me comentó que no había... En ese momento se me encendió la bombilla; fue cosa del destino”.

Ambos destacan en un gran abanico de tareas. Pero Iñigo se distingue particularmente en el arte del “marketing y la estrategia”, según comenta el burgalés. Mientras que Javi, por su parte, despunta más “en la creación de aplicaciones”, afirma Iñigo. Es decir, se trata de una magnífica sopa de aptitudes para lanzarse a la aventura del emprendimiento.

LA AVENTURA DE EMPRENDER Para mucha gente el emprendimiento está basado en la incertidumbre. Y como único alivio para estas situaciones, está la condición indispensable de aprender en cada momento, es decir, de ir aprendiendo cada día más. Iñigo, en este aspecto, combina la fase inicial de todo emprendedor, que es la incertidumbre, con el aprendizaje de tocar la guitarra.

“Primero parece que lo que tocas suena muy bien, pero luego te das cuenta que chirría, y más tarde te duelen los dedos”, es por ello que el hondarribiarra destaca la importancia de “aprender sufriendo sin quemarse y sin ilusionarse demasiado, es decir, a un buen ritmo”.

Tanto es así, que él declara vivir “en una montaña rusa”. “El hecho de que tengas que tirar de tus ahorros no es nada fácil, además, nunca sabes cómo vas, hay veces que la cagamos y tenemos que volver a hacer algo, y otras veces que nos llaman medios de comunicación, lo cual nos da alegría porque nos da una gran visibilidad”.

Por lo tanto, “si en Euskadi, que nos gusta comer bien, además, somos responsables, es la receta perfecta para generar consciencia colectiva”, concluye el hondarribiarra.