las instituciones públicas reafirmaron ayer su apoyo a las ikastolas de Iparralde en un momento jalonado de dificultades. Una nutrida representación arropó a los centros en una mesa organizada por Seaska que sirvió de inauguración del Herri Urrats. La consejera de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno vasco, Cristina Uriarte; el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y representantes de la región de Aquitania y del departamento de los Pirineos Atlánticos, también el nuevo alcalde de Senpere, de "Saint Pee", lamentaron la difícil situación que atraviesa el euskera y las ikastolas.
Lo cierto es que aumenta el número de alumnos y las ikastolas están obligadas a desarrollar nuevos proyectos, pero necesitan la ayuda de los ayuntamientos, lo que el prefecto y el Gobierno francés tratan de prohibir, aprovechando la falta de una ley específica que proteja la inmersión educativa en euskera. El director de la academia francesa, Pierre Lacarriere, convidado de piedra ya que tiene orden de París de no abrir la boca debido a la campaña electoral, siguió las intervenciones mediante traducción simultánea.
Presente estuvo también el ex-diputado Frantxua Maitia, quien acudió en representación de Aquitania, aunque defendió al Gobierno porque "quiere encontrar soluciones".
El presidente de Seaska, Paxkal Indo, no pudo estar más en desacuerdo y criticó que la prefectura haya bloqueado este año el desarrollo de tres proyectos de ikastola, en Hendaia, Beskoitze y Hazparne. Además -dijo en alusión a Maitia- "los pasos pequeños no son suficientes, porque hacen falta pasos más decididos para recuperar el euskera, dado que el número de vascoparlantes continúa en descenso año tras año". La urgencia de la situación y la amenaza que se cierne sobre el derecho de aprender el idioma atrajo un año más a miles de euskaltzales.
El recorrido
El gentío que acudió al lago de Senpere, y las contribuciones de muchos de ellos, algunas incluso de 100 euros, revelan que el pueblo también asume la necesidad de trabajar en común, como los cerca de 800 padres y profesores que se desvivieron ayer para hacer posible la fiesta. El dinero recaudado será destinado al proyecto de construcción de un liceo en Biarritz, que englobará la educación secundaria general y la formación profesional, ofreciendo entre 350 y 500 nuevas plazas.
En el recorrido habilitado, en cada uno de los distintos territorios, hubo conciertos, bailes y otras atracciones culturales, además de txosnas, junto a los amplios jardines al borde del lago, que se convirtieron el mejor telón de fondo de la fiesta.
En los parques de juego infantil hablaron en euskera niños de muchas razas distintas, y por todo el paseo alrededor del lago se oyó hablar en euskera, a veces con la r de Iparralde y otras con la de hegoalde.
El clima acompañó, lució el sol y los colores primaverales en el paisaje y en los rostros, y por la tarde refrescó, aunque la sidra, los bailes y el kalaka-kilika mantuvieron el tono del ambiente. Por la tarde, mientras siguieron los conciertos, los mejores jugadores de mus estudiantiles disputaron la final del campeonato, e insistieron en que tienen derecho a hacer en euskera el examen de acceso a la universidad, y no porque no sepan hacerlo en francés, sino porque quieren vivir en euskera.