Los números dicen que las entradas de turistas en los alojamientos del interior y el resto de la costa guipuzcoana que no es Donostia han subido alrededor del 24% desde 2011 y se sitúan en cifras récord. Actualmente, son casi 410.000 las entradas anuales y más de 795.000 las pernoctaciones. 80.000 entradas y 150.000 pernoctaciones más que entonces. Pero este crecimiento de “poco a poco” choca con una limitada oferta de servicios y capacidad de alojamiento que limita las pernoctaciones y hace que el turista se ciña a menudo a una excursión de día.

¿Es posible regular mejor los flujos del turismo en Gipuzkoa y aliviar la presión de Donostia? En la capital, las entradas de turistas en los establecimientos turísticos se han doblado en el mismo periodo. La subida supera el 100%. Pero no es menos cierto que si bien la capital de Gipuzkoa absorbe el 65% de las entradas del territorio, Bilbao se lleva el 69% de la tarta en Bizkaia y Gasteiz, el 83% de Araba.

Niko Osinalde y Leire Barriuso, director de Goitur en Goierri y gerente del Geoparque de la Costa Vasca en Urola Kosta, respectivamente, comparten su análisis de la situación con NOTICIAS DE GIPUZKOA. Lo hacen desde Fitur, la Feria internacional del Turismo que esta semana se celebra en Madrid.

Donostia ha doblado sus pernoctaciones desde 2011 y absorbe el 65% de la tarta. Pero Bilbao se lleva el 70% de Bizkaia y Gasteiz el 83% de Araba.

La última apertura de un hotel en Goierri se produjo en 2021 en Ordizia: 28 habitaciones y 60 camas que dieron un impulso importante a la capacidad de alojamiento de las Basque Highlands, una seña de identidad que Goierri Turismoa (Goitur) ha logrado desarrollar y difundir en los últimos años, y que atrae a lo largo del año a muchas familias con hijos; e incluso “australianos y estadounidenses” que vienen a hacer turismo de montaña o senderismo en la comarca. 

En el otro extremo de Gipuzkoa, en Mutriku, “no hay ningún hotel, ni pensión”, más allá de los apartamentos turísticos que particulares hayan puesto en el mercado y alguna oferta de turismo rural. Parecido en Deba, donde durante los últimos diez años sólo “hemos tenido una pensión” y ahora se va a volver abrir, tras una década cerrado, el hotel de la playa, lo que dará un “impulso importante a la zona”.

Eso da, si cabe, más valor aún a la subida en torno al 24% registrada tanto en el interior como en la costa guipuzcoana en cuanto a entradas de viajeros en alojamientos turísticos desde 2011 (las pernoctaciones han subido algo menos, un 17%).

La presencia de visitantes extranjeros es cada vez más “habitual” tanto en el interior de Gipuzkoa como en la costa

Las comarcas del interior, por ejemplo, han superado este 2023 en un 9% las cifras récord que ya se alcanzó en 2019 en cuanto a entradas en alojamientos turísticos, aunque las pernoctaciones lo hicieron en menor medida, un 2,7%.

Niko Osinalde, el director de Goitur, asegura que “hace 25 años no habría creído que llegáramos a estas cifras, pero hay un esfuerzo enorme detrás”, y cree que cada año es una incógnita con múltiples variables. “No podemos parar”, asegura.

Sin ir más lejos, una de las claves del éxito del pasado verano en Goierri fue la iniciativa realizada de la mano del ciclista Perico Delgado, ganador de un Tour de Francia, que recorrió con su bicicleta los lugares de principal interés de la comarca, y sus costumbres gastronómicas en junio de 2023, en vísperas del Tour de Francia, a las puertas del verano. 

A rueda de Perico Delgado

“Insisto mucho en la oficina en que pregunten a los visitantes cómo nos han conocido y por qué han venido. Y este año muchos han mencionado a Perico Delgado. Ha venido gente porque vino Perico”, concluye Osinalde. 

Otro impulso se lo dio la portada de la revista Vèrtex de la Federación de Montaña de Catalunya, en abril de 2023, con el monte Txindoki de fondo y dos excursionistas haciendo senderismo. 

Osinalde mira con satisfacción el camino realizado. “En 1997 teníamos unas 140 camas en Goierri, y ahora, con casi 900, en agosto hemos tenido un 92% de ocupación. Estamos a gusto. Desde luego, lo nuestro sí que ha sido desarrollo sostenible”, asegura.

“En 1997 teníamos unas 140 camas en Goierri, y ahora, con casi 900, en agosto hemos tenido un 92% de ocupación”

Nikolas Osinalde - Director de Goierri Turismoa

La situación actual, dice, es “fruto de un trabajo de años, pero es cierto que la gente que viene a Gipuzkoa, en general, al principio viene a los sitios típicos, Donostia, la costa, y luego se va metiendo al interior y ahí es importante estar bien posicionados”. Y Goierri, sin tener un Arantzazu, la Basílica de Loiola, o el Flysch, “lo ha ido logrando”. 

“Nos visitan cada vez más extranjeros, y ese turista de Bélgica, Holanda, Escandinavia y EEUU busca productos turísticos atractivos”, como lo es hoy en día el GR-283, el recorrido a pie por Aralar, de 100 kilómetros a completar en cinco etapas. 

De dentro del territorio español, por este orden, los visitantes llegan de “Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía y estamos notando que los vizcaínos cada vez se están moviendo más”.

Otro de los periodos fuertes allí es desde mediados de septiembre hasta finales de noviembre, donde se concentran varias ferias gastronómicas en numerosas localidades como Beasain, Ordizia, Zegama, Zerain y otras. Y ello ayuda a la codiciada "desestacionalización del turismo”. Ahora, además, llega la época de sidrerías, que “también trae a grupos en autobús a pasar el fin de semana entero. El año ha empezado bien y pensamos que irá bien”, dice Niko, pese a la ausencia de puentes en 2024.

“Hace 25 años no habría creído que llegáramos a estas cifras, pero hay un esfuerzo enorme detrás”

Nikolas Osinalde - Director de Goierri Turismoa

Osinalde cree que en Goierri y otras zonas del interior de Gipuzkoa se han hecho un “crecimiento ordenado”. Y así ha sido reconocido. En 2023 con el premio Euskadi Turismo que concede el Gobierno Vasco y destaca la “excepcional gestión llevada a cabo por la entidad en la comarca a lo largo de los años”. Y en 2015 como ganador de los premios EDEN (Destinos Europeos de Excelencia), que fomentan modelos de desarrollo de turismo sostenible de la UE, en este caso por su proyecto Territorio Idiazabal. 

En ese turismo de senderismo y montaña, Osinalde destaca dos perfiles, las familias de matrimonios con hijos pequeños y otro de personas extranjeras jubiladas o cerca de jubilación que vienen a pasar una semana y a hacer monte. 

Eclipsados por el flysch

Las cifras de la costa guipuzcoana que no es Donostia también mejoran, pero las tendencias actuales son proclives a la concentración de turismo en zonas determinadas, quizá por el efecto llamada acrecentado en las redes sociales. 

El flysch de Zumaia recibió récord de visitas durante la pandemia. Un lugar idílico y al aire libre que sedujo a Gipuzkoa y Euskadi a medida que se abrían las limitaciones de movilidad por el covid. Pero las cifras de alojamiento no avanzan en la misma medida. 

El conjunto de la costa guipuzcoana repite a día de hoy las cifras de entradas en alojamientos turísticos y en pernoctaciones previas a la pandemia, aunque el avance registrado entre 2011 y 2019 sí fue notable: un 24% más de entradas que en 2011 y un 27% más de pernoctaciones. 

“Tener un foco que brilla como es el flysch, está muy bien, pero al mismo tiempo te puede generar muchos desequilibrios”

Leire Barriuso - Gerente del Geoparque de la Costa Vasca

Leire Barriuso, la gerente del Geoparque de la Costa Vasca, nota que “cada vez más, viene mucha gente que está alojada en Donostia y la mayoría viene al Geoparque a hacer la visita del barco del flysch. Desde Donostia nos viene ese tipo de excursionismo. Pero nos cuesta más que vengan de Bilbao”, explica.

El flysch es ahí “la figura, el foco que brilla. Y eso está muy bien, porque todo el mundo te reconoce, pero al mismo tiempo te puede generar muchos desequilibrios en el territorio”, asegura. El objetivo de la Asociación Geogarapen, encargada de la gestión del Geoparque, es “mover esos flujos” del flysch hacia otras zonas. 

Reportaje sobre la regulacion del flysch de Zumaia porque va mucha gente Arnaitz Rubio

“La costa, el mar, tiene un tirón. Eso es indudable. Pero también eso hace que el turismo sea más estacional, porque el mar lo vinculas más al verano”, insiste Barriuso, quien considera que las capitales siguen teniendo un protagonismo enorme en el turismo actual, al menos en lo que se refiere a alojamiento y servicios turísticos, y que a partir de ahí “crece en círculos concéntricos”. 

También reconoce el papel distorsionador que juegan las redes sociales, en la dirección de hacerse la foto en el mismo sitio, y si no has hecho eso, no eres nadie”. Una “moda” que nos lleva a un turismo que no es el que persigue el Geoparque. 

“Nuestro objetivo sería un perfil ecoturista, alguien que quiere escuchar lo que le queremos contar. Un turismo interpretado, tanto el cultural como el natural. Que le expliquemos cómo vive la gente en los caseríos, pero es verdad que el volumen lo da el público general y que muchas veces este llega sin especial interés, se suben al barco y se van, pero cuando les explicas que todo esto estaba debajo del mar, y estos eran fondos marinos, alucinan”.

“Cada vez viene más gente que está alojada en Donostia de excursión; hacen la visita del barco y se van”

Leire Barriuso - Gerente del Geoparque de la Costa Vasca

La punta de Algorri, por ejemplo, icono del flysch, “no la tengo ni que poner en un folleto. El trabajo es enseñar el resto, llevarle al barrio de Olatz, en Mutriku, que se haga una ruta, coma y cene. Es muy difícil ir en contra de la masa, pero se está intentando”. 

También es verdad, reconoce Barriuso, que “ese público al que queremos dirigirnos, no genera suficiente economía para que las empresas se sitúen en esas localidades. Un taller de talos en Lastur no sale una vez al mes, y las empresas se van a hacer el flysch, o a Donostia. “Todos emprenden en Donostia, porque hay trabajo, y es más fácil lo que ya funciona. Lo más fácil es gestionar un destino que esté desarrollado”, explica.