El boom del turismo en Gipuzkoa tiene dos hitos importantes en lo que va de siglo. Por un lado, el cese definitivo de la actividad armada de ETA en 2011, y por otro, el aumento de la capacidad hotelera y de alojamiento experimentada en los últimos años, especialmente en Donostia, donde en temporada alta hay abiertos hoy en día 84 establecimientos hoteleros más que hace doce años y 55 más que hace ocho. Después de la pandemia, incluso, se son una veintena los que se han abierto al público. 

Pero también ha influido en ese boom el auge de los apartamentos turísticos, una solución que cuenta con muchos adeptos, pero al mismo tiempo provoca el encarecimiento de los alquileres en las ciudades localidades turísticas y malestar de algunos vecinos, especialmente en las ciudades.

En este sentido, Leire Barriuso, la gerente del Geoparque de la Costa Vasca, considera que el turismo debe cumplir una función social. Por un lado, de generación de riqueza y puestos de trabajo, de fomento del emprendimiento, y por otro, de equilibrio y sostenibilidad. “Lo más importante es los que viven en el Geopoarque. Hacemos las cosas con los de aquí. No podemos separar el turismo del desarrollo local y del pueblo”.

Y en ese sentido, asegura, el tema de los apartamentos turísticos, “es complicado, porque para la gente joven es un handicap”. Por un lado, señala, son los propietarios particulares los que deciden alquilar y obtener en ocho semanas de verano cantidades que de otro modo no podrían obtener, y por otro, señala, ello puede provocar un encarecimiento de la vivienda por falta de oferta para el alquiler o la compraventa y dificultar la emancipación de los jóvenes.

En todo caso, Barriuso echa en falta la creación de más plazas hoteleras en el Geoparque. La apertura de estos establecimientos, que además generan empleo, es uno de los déficits del otro turismo que trata de ganar posiciones en Gipuzkoa, más allá de Donostia.

69% más de habitaciones en Donostia

La otra cara de la moneda es precisamente la capital. Sólo contando hoteles y pensiones, Donostia contaba en agosto de 2011 con 99 establecimientos abiertos, que en el mismo mes 2019 eran 149; y en 2023 han sido 167. La capital ha pasado de forecer 2.500 habitaciones diarias en temporada alta a 4.230 en doce años. El aumento de la capacidad hotelera ha sido, por tanto, del 69% y eso sin contar los apartamentos turísticos. 

En Gipuzkoa las cifras son más modestas. Las habitaciones han pasado de 5.267 habitaciones ofertadas a 7.135 al día en temporada alta. El aumento es del 35% y hay que tener en cuenta que de esas 1.868 nuevas habitaciones, más de 1.700 se han concentrado en Donostia, que ha pasado de tener abiertos 227 establecimientos hoteleros en agosto de 2011 a 311.