El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negó ayer que haya o que vaya a haber un desastre humanitario en la ciudad de Rafah, de donde alrededor de 450.000 personas han huido ante una ofensiva israelí que ha sido cuestionada por gobiernos y organismos de todo el mundo. “La catástrofe humanitaria de la que hablaban no ha ocurrido, ni ocurrirá”, dijo el mandatario en un mensaje en vídeo en el que defendió no hablar sobre el “día después” de la guerra en la Franja de Gaza hasta que el grupo palestino Hamás no haya sido completamente eliminado.
Blinken
Con sus palabras Netanyahu parecía responder a las críticas del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que el domingo dijo en una entrevista en CBS que Israel no tenía un plan para lo que ocurrirá en el devastado enclave palestino una vez acabe la guerra.
Un mensaje similar al de Catar, mediador clave entre Israel y Hamás, que insiste en que “Israel no tiene hoja de ruta” para poner fin a su guerra en Gaza, y considera que la “solución” para descongelar las negociaciones para una tregua en la Franja “es la presión internacional”, en palabras del portavoz del Ministerio catarí de Exteriores, Majed al Ansari.
El mensaje de Netanyahu tuvo su réplica en una declaración ante los medios del ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, que también forma parte del Gabinete de Guerra, y que avisó de que no aceptará que Israel establezca un gobierno militar en Gaza que acapare sus recursos y le impida centrarse en otros frentes.
“Pido al primer ministro Benjamín Netanyahu que tome una decisión y declare que Israel no establecerá un control civil de la Franja de Gaza, que Israel no establecerá un gobierno militar en la Franja de Gaza, y que se abordará inmediatamente una alternativa gubernamental a Hamás”, dijo el ministro en una rueda de prensa.
Aniversario de la Nakba
Todo esto mientras los palestinos conmemoran el 76 aniversario de la Nakba (catástrofe, en árabe), la expulsión forzosa o la huida de sus tierras de unos 700.000 palestinos –la mayoría de la población de preguerra– a manos de milicias judías en la guerra árabe-israelí de 1948, quienes junto a sus descendientes hoy viven en 58 campamentos de refugiados en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria. “Este aniversario será especialmente doloroso, ya que en Cisjordania y Gaza se enfrentan a una nueva Nakba tras meses de violencia y de intensos bombardeos y ataques”, aseguró la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
En Cisjordania ocupada, el otro territorio palestino al este de Israel, las fuerzas armadas mataron a tiros a un joven de 20 años a las afueras de Ramala. Su muerte se suma a las de al menos 170 palestinos por fuego israelí o violencia colona –la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, entre ellos 30 menores– en lo que va de 2024 en la ciudad de Gaza, donde Israel inició por tercera vez una nueva ofensiva terrestre la semana pasada, después de que milicianos de Hamás lograran reagruparse. “La Brigada Nahal concluyó su actividad operativa en el área de Zeitun y comenzó los preparativos para actividades adicionales en la Franja de Gaza. Las operaciones en esta área las continúa ahora el equipo de Combate de la 2.ª”, detallaban en la nota.
“Diez palestinos murieron en el barrio de Al Sabra, de la ciudad (de Gaza), después de que aviones israelíes atacaran una clínica administrada por la ONU”, denunció ayer el canal catarí Al Jazeera, prohibido en Israel.
Al menos cuatro gazatíes fallecieron también en el bombardeo en Yabalia contra una vivienda familiar, y otros cinco murieron en ataques aéreos contra el campamento de refugiados de Bureij, en el centro del enclave palestino.
Aviso de la UE
Por su parte, la Unión Europea (UE) instó ayer a Israel a poner fin “inmediatamente” a su operación militar en Rafah, que exacerba “aún más” la “grave” situación en Gaza, y advirtió que “pondría una gran tensión” en la relación de la UE con el país. “Si Israel continuara su operación militar en Rafah, inevitablemente pondría una gran tensión en la relación de la UE con Israel”, dijo el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Los Veintisiete pidieron, por tanto, a Israel que ponga “fin inmediatamente a su operación militar en Rafah”, ya que “está perturbando aún más la distribución de ayuda humanitaria en Gaza y está provocando más desplazamientos internos, exposición a la hambruna y al sufrimiento humano”.
Si bien la UE reconoce el derecho de Israel a defenderse, Borrell pidió al país que “se abstenga de exacerbar aún más la ya grave situación humanitaria en Gaza y que reabra el paso fronterizo de Rafah”.