El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de “total disparate” las declaraciones en Occidente acerca de que Rusia, después de Ucrania, se dispone a atacar a Europa, en una reunión el jueves con pilotos militares en las región de Tver, al norte de Moscú.

“Lo que dicen acerca de que vamos a atacar a Europa después de Ucrania es un total disparate, es una intimidación de su población, para sacarle dinero”, dijo el jefe del Kremlin, citado por las agencias rusas. Putin afirmó que “los satélites de EEUU temen a una Rusia grande y fuerte”, pero aseguró que no tienen motivo para ello. “No tenemos ninguna intención agresiva en relación a esos países”, subrayó.

Insistió en que es un “total disparate” hablar de la posibilidad de “un ataque a otros países, a Polonia, a los países bálticos”. El mandatario añadió que también “asustan a los checos”, para resumir que las declaraciones sobre la amenaza rusa son “simples delirios”.

El mandatario recordó que en 2022 el gasto militar de EEUU, el líder de la OTAN, fue de 811.000 millones de dólares, mientras que el de Rusia fue de 72.000 millones. “¿Acaso con esa correlación vamos combatir con la OTAN? Es una tontería”, dijo. Al mismo tiempo, advirtió de que los cazas F-16 que se suministrarán a Ucrania serán considerados “objetivos legítimos” independientemente de lugar desde donde operen.

Dinero de Kiev en el atentado

Por otro lado, el Comité de Investigación de Rusia dijo que los autores del atentado perpetrado el pasado viernes en una sala de conciertos en Moscú, donde murieron más de 140 personas y otras 180 resultaron heridas, recibieron dinero y criptomonedas de Ucrania.

“La investigación tiene a su disposición datos confirmados de que los autores del ataque terrorista recibieron importantes cantidades de dinero y criptomonedas de Ucrania, que se utilizaron para preparar el crimen”, manifestó el Comité de Investigación en un comunicado.

Tras el análisis de los dispositivos confiscados a los atacantes y el estudio de sus transacciones financieras, las autoridades rusas determinan que los supuestos autores mantenían “conexión con los nacionalistas ucranianos”.

Aunque el Estado Islámico Provincia de Jorasán reclamó la autoría del atentado, las autoridades rusas insisten en que Ucrania está de algún modo involucrado en lo ocurrido.

Kiev se blinda

Mientras tanto, la ciudad de Kiev refuerza su seguridad tras los últimos ataques rusos con misiles balísticos y las amenazas de aumentar el número de bombardeos contra objetos civiles.

El Consejo de Defensa de Kiev mantuvo una reunión urgente para garantizar la seguridad de la capital, indicó el jefe de la Administración Militar de la ciudad, Serguí Popko.

El motivo “fueron las recientes declaraciones de los líderes del país agresor sobre su intención de aumentar el número de ataques con misiles dirigidos contra objetos civiles y civiles en Ucrania y Kiev en particular. Así lo confirman los últimos ataques con armas con el menor tiempo de llegada”, es decir misiles balísticos, explicó.

“Además, no se descartar la amenaza de intentos de infiltración en la ciudad por parte de grupos de sabotaje y reconocimiento enemigos, con la participación de agentes de los servicios especiales rusos y otros elementos hostiles para desestabilizar la situación en la capital”, añadió.

La víspera misma Ucrania detuvo a dos agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) que preparaban ataques con misiles contra la torre de televisión en Kiev y unidades del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, así como contra infraestructuras energéticas en la capital ucraniana.