El jueves 25 de abril, unos 250 vecinos de Herrera y alrededores acudieron a la convocatoria de Herripe para tratar de la situación del barrio, de su degradación y de la intranquilidad que ello provoca en los vecinos y vecinas de todas las edades porque condicionan la vida diaria, no sólo de los que vivimos aquí, sino de todos aquellos que pasan por Herrera para acceder a las zonas colindantes. Se nos informó de las diferentes gestiones realizadas cerca de las instituciones, con la única respuesta de la vía policial. Se dio paso a la intervención de los vecinos y vecinas y se fue perfilando la gran preocupación existente, pero al mismo tiempo la resolución para solucionar nuestro problema.

Se barajaron posibilidades, se pudo hablar con claridad y se dejó claro que no vamos a cejar de encontrar una vía de convivencia y tranquilidad.

Quedó meridianamente claro el abandono y poco interés de las instituciones, mayoritariamente la municipal, pero seguida de cerca por la foral, por quedarnos en lo cercano, que de una manera u otra han propiciado con sus decisiones en nuestro barrio, no consensuadas con la ciudadanía y por lo tanto impuestas, que Herrera se convierta en una zona de paso y le han negado una personalidad propia muy necesaria hoy en día para seguir construyendo un núcleo de población en el que la convivencia entre diferentes sea posible y enriquecedora. El alcalde Goia ha dicho que conoce perfectamente la problemática de Herrera y se ha permitido decir en prensa que esta situación está derivada de los asentamientos irregulares en los pabellones cerrados, que no abandonados.

Una vez más, señor alcalde, le tenemos que decir que eso no es así.

No se soluciona nuestro problema tirando indiscriminadamente pabellones cerrados. Esto sólo adelantaría actuaciones urbanísticas muy discutibles y no aceptadas por muchos de nosotros. Si situaciones como las que planteamos aquí se van a arreglar tirando edificios, no haremos más que trasladar el problema a otros barrios y eso no es lo que estamos buscando.

Vecinos de Herrera, Larratxo, Trintxerpe y alrededores demostraron en la concentración del jueves su seriedad, su fuerza, su determinación su serenidad y sensatez y su voluntad de encontrar soluciones de convivencia y aquí, alcalde Goia, hay que combinar voluntades políticas, sociales y de orden, en las que la primera lidere a las demás y no que se ampare en ellas para no hacer nada útil acorde con la necesidad y la voluntad de la gente.

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