eteranísima titular de la Corona británica: por más republicano, incluso, antimonárquico que se sea, es imposible no profesarle unas gotas de admiración. 70 años en el puesto, ahí es nada. Se estrenó con el legendario Winston Churchill como primer ministro, y ahí sigue, con esa calamidad llamada Boris Johnson residiendo todavía en el 10 de Downing Street. Entre uno y otro, se las ha visto con otra docena de jefes de gobierno de distintos colores. Se cuenta que con la que peor se llevó fue con Margaret Thatcher. Claro que eso puede ser parte de la leyenda. Ocurre con usted que es imposible distinguir la realidad de las mil y una ficciones a las que ha dado pie para deleite del populacho. ¿Cuál es, si no, la función de la realeza hoy en día? l